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Y SANDRO TAMBIEN FUE PILOTO
Sandro también alguna vez se vistió de piloto y fue en 1971 para realizar junto a Carlos Pairetti la película "Siempre Te Amaré", cuyas escenas se filmaron en el autódromo "Oscar Cabalén" de Córdoba, mechadas con el óvalo de Rafaela y dónde Roberto Sánchez aceleró más de la cuenta y volcó violentamente en el curvón que desemboca en la recta principàl, asustando a todo el mundo.
Sandro era un apasionado de los autos y en más de una oportunidad por aquel entónces recurrió a"Il Matto" para pedirle sus autos deportivos.
A través de esta película dirigida por Leo Fleider, protagonizada también por el gran Marcos Zucker, Juan José Camero, entre otras figuras del momento el "Gitano" se calzó el antiflama y se dió el gusto de subirse a un auto de carreras.
La película se llamó “Siempre te amaré”, la vemos generalmente en el canal Volver, y llevó el automovilismo a la pantalla grande ya que la mayor cantidad de escenas de competencias se desarrollaron con los impresionantes Sport Prototipo. Por eso el público pudo ver varias secuencias de la categoría durante diferentes carreras de su campeonato. El doble de riesgo de Sandro en las tomas de acción fue el mismísimo Carlitos Pairetti, y en varias partes del film se pueden ver a Luis Di Palma y el Chango Fernandino.
Durante la filmación, Pairetti tenía prohibido prestarle los autos de carrera a Sandro, quien siempre le insistía para manejarlos y sentir la sensación de velocidad. Pairetti desistió varias veces, pero ante la insistencia de su amigo no tuvo otra que ceder. Claro, sin imaginarse que Sandro terminaría volcando, imágen que luego fue parte de la película.
“Le di un Sport Prototipo con volante a la derecha. La primera vuelta pasó bien, despacio; la segunda ya iba más rápido. En la tercera vuelta, en la curva 5 del Cabalén, se estrelló contra el guard rail y volcó. Quedó debajo del auto. No me alcanzaban las patas ni el auto que agarré para llegar a la curva a ver si le había pasado algo a él, porque el auto se arreglaba. Por suerte no le pasó nada, pero todavía me retumban en mis oídos la puteadas de su representante Oscar Anderle, comentó en varias ocaciones Carlos Pairetti.
El gran interprete argentino, Sandro, el que enloqueció a varias generaciones con sus movimientos y canciones, también era apasionado por los fierros. Por eso hoy a 6 años de su partida reeditamos aquella nota que escribíamos en su homenaje.
