La Otra Mirada
VIDEO: Elvis Presley y los Fabulosos Cadillacs, en La Otra Mirada
El Rey del Rock, Elvis Presley, se destacó por sus pasiones. Y una de ellas fueron los autos, y más precisamente los Caddillacs. Mirá el video sobre una historia muy particular.
Movía la pelvis como nadie, llevó la voz ardiente de los afroamericanos al oído de todos e impuso su estilo único y personal. El Rey. Elvis Presley. El de las múltiples pasiones. Pero no sólo en el escenario.
Más allá de la música, Elvis se obsesionaba por los autos. Desde muy joven, se inclinó por los vehículos, que además de ser un medio de movilidad, aparejaba connotaciones sociales. Y allí aceleraba el Rey, con sus coches.
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Su primer auto fue un Lincoln 1941. Pero poco tiempo después, llegó su gran debilidad: un Cadillac. La marca premium de General Motors lo cautivó desde siempre.
Arrancó su idilio con los Fabulosos Cadillacs con un Fleetwood 60, de 1954. No era 0 kilómetro, pero cumplió un sueño. Y ese auto le permitió realizar las giras por el sur de los Estados Unidos con su banda, The Blue Moon Boys.
El convenio con la RCA, con un primer contrato por 35.000 dólares, le permitió, en el primer adelanto, comprar inmediatamente otro Cadillac. No tuvo el mejor destino aquel auto que lo fascinaba a Presley. Un problema de frenos provocó un incendio desvastador con el vehículo. Fue allí que se compró otro vehículo de la marca, éste sí era nuevo, aunque azul. En homenaje al otro coche, lo mandó a pintar de rosa y se lo regaló a su madre.
Elvis Presley y los Fabulosos Cadillacs, en La Otra Mirada
Pero Gladys jamás aprendió a conducir, por lo que el particular vehículos quedó durmiendo en un garage.
Allí comenzó una relación única y casi enfermiza con los Cadillacs. Utilizó una limusina Cadillac, con la que realizaba las giras. También llegó el modelo Eldorado, un descapotable muy singular para la época. Como el auto era todo blanco, pidió que le cambiaran el color. Pero, ¿por cuál?. Al gustarle las uvas, solicitó ese color. Y allí apareció el particular cambio.
¿Cuántos Cadillacs compró Elvis Presley? Los historiadores afirman que fueron más de 200. Y hubo otras marcas, por ejemplo un BMW, como consecuencia de su paso por Alemania cuando estuvo vinculado con el servicio militar. Un Ford Thunderbird, un Mercedes-Benz 600, De Tomasso Pantera, Ferrari Dino 308 GT4, entre otros.
Aunque no hay un número preciso, ya que El Rey solía tener arrebatos de compra por si marca preferida. De manera impulsiva, tenía una manía con los autos, que los compraba para él y para sus allegados.
Varias veces entró en algunas concesionarias y compró autos para él y sus amigos. A veces tenían que ser todos iguales. También alguna vez tuvo una actitud similar con sus músicos. Y se dice que en una de esas jornadas de generosidad fierrera, hasta ligó un Cadillac una señora que miraba azorada a Elvis en el local, y a un periodista, que al poco tiempo le llegó el auto a su lugar de trabajo.
Las limusinas también tenían que pertenecer a la marca de sus amores. En 1960 utilizó un Cadillac Fleetwood Series 75. Tenía de todo para la época: teléfono, frigobar, televisión, sistema de audio con tocadiscos y detalles externos e internos en oro. Una excentricidad única.
¿Cuál fue su último auto? Un Cadillac Seville 1977, Tiempo después, el 16 de agosto, el mundo se conmovió con la muerte de Elvis falleció en su mansión de Graceland.
Como no podía ser de otra manera, el cortejo fúnebre se realizó con autos de su marca predilecta. El cuerpo de El Rey fue trasladado en un Cadillac Miller Meteor. Y la caravana que lo acompañó estaba compuesta por otros 20 vehículos del mismo modelo, todos 0 kilómetro y blancos.
Una relación única. Elvis Presley y los Fabulosos Cadillacs.