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LA PRIMERA FUE DE EMILIO
El Turismo Carretera corre este fin de semana en la ciudad de Concordia en la provincia de Entre Ríos.
Pero la historia de la categoría más popular en la provincia empezó en 1982.
Y precisamente fue Concordia la primera ciudad entrerriana en recibir al TC que con el correr de los años se hizo fuerte en Paraná y también inauguró el circuito de Concepción del Uruguay.
Aquel 6 de junio del 82 TC corrió en un semipermanente de 6.600 metros formando un triángulo, algo habitual por aquel entonces para circuitos ruteros, con dos tramos de la ruta 14, uno de 2790 metros y otro de 2.285, y un tramo de la famosa ruta "M", ruta 22 de 1825 metros. Tres curvas muy difíciles y encima una en bajada.
La carrera se denominó "Premio Sesquicentenario de la Fundación de la Ciudad de Concordia".
El día sábado verificaron 48 máquinas.
Dos series selectivas el domingo ganadas por Eduardo Martínez y Jorge Martínez Boero.
Un repechaje que ganó el marplatense Roberto Juan Caparello.
Todos los pronósticos daban como vencedor al "Gaucho" de Bolivar con su imparable Ford. Emilio Satriano aparecía como el gran retador con su Chevrolet y los hermanos Aventín con Oscar Castellano podían ser la sorpresa.
Las primeras vueltas mostraron una pelea entra Satriano, Martínez Boero y un convidado de piedra Juan Alberto Ochionero.
Rápidamente abandonaba Tony Aventín, Pincho se quedaba sin frenos.
El mano a mano era muy emotivo entre Emilio y el Gaucho, tanto que enloquecía al "Mono" Gagliardi en el avión transmisor. Se intercambiaron la punta varias veces haciendo vibrar a las dos parcialidades más famosas del deporte motor argentino.
Nadie aventuraba un ganador hasta que promediando la carrera Satriano pisó a fondo el velóz Chivo de Chivilcoy aprovechando el extraordinario motor de su hermano Pablo, que volaba en la recta de la ruta 14, adueñándose de la punta que no abandonaría hasta el final. Encima por querer seguirlo Martínez Boero sacó a tomar aire un pistón del Ford del Quilmes Automóvil Club.
Roberto Mouras, merced a un ritmo parejo, quedó como escolta y sobre el final el Flaco de Olavarría, Eduardo Martínez doblegó al Puma Aventín que se psaba de largo en una curva, para quitarle el tercer escalón del podio.
Un lindo recuerdo de una época dorada del TC que de esta manera 34 años atrás comenzaba a desandar los caminos de Entre Ríos.