La Otra Mirada
La Otra Mirada: Chevy, la historia de La Gran Tentación
En agosto de 1969 salió al mercado argentino Chevy, el emblemático modelo de Chevrolet, que iba a tener otro nombre. Mirá el video de La Otra Mirada.
¿Cuántas acepciones tiene una manzana mordida? Inevitablemente aparece como una figura bíblica, y aquel bocado impulsado por Eva frente a la advertencia de Adán. Para estos tiempos, quizás el fruto invoque computadoras y dispositivos de alta tecnología. Para la historia automotriz argentina, es el símbolo de la gran tentación, la figura a la que se apeló para lanzar un producto con peso propio: La Chevy.
General Motors de Argentina proyectó el lanzamiento de un vehículo que pudiera complementar al Chevrolet 400, que perdía popularidad y ventas. En 1968, en los Estados Unidos se presentó el modelo Nova, un vehículo fastback (el formato de la carrocería con la luneta casi en posición horizontal) en dos versiones: cuatro puertas y cupé.
Tras varios estudios, se decidió traerlo a la Argentina, pero con otro nombre, ya que el Nova podía asociarse rápidamente a “No va a andar” o “no va más”. De ahí que se adoptó el nombre de “Chevy”. Finalmente en agosto de 1969 se lanzó en el mercado nacional el llamativo producto, robusto, veloz y con aire deportivo.
Y allí apareció el novedoso vehículo, con una motorización de 3,7 litros, con una potencia de hasta 144 HP y caja de 3 velocidades. No sólo se destacaban los 167 km/h de velocidad máxima, sino que en materia de seguridad contaba, además de luces de emergencia, con la columna de dirección deformable.
La fisonomía del auto pedía más potencia para la época. En 1970 salió la popular versión SS (Súper Sport), con un impulsor 250, de 4,1 litros y 155 HP. La velocidad máxima ya alcanzaba los 185 km/h. Fue elegido el auto del año y de allí se desprendió la cupé, con techo de vinilo, caja de 4 marchas, llantas deportivas y butacas individuales.
Al año siguiente salió la “Chevromatic”, con caja automática y versión de exportación para algunos países latinoamericanos.
Debido al éxito en el plano deportivo, más precisamente en el Turismo Carretera, surgió un proyecto para buscar un modelo más agresivo aún. Desde la casa matriz no se apoyó la idea por lo que “Cimarrón”, como se denominaba el nuevo concepto, se abortó. Como curiosidad, los espejos retrovisores del frustrado modelo luego los utilizó su rival, Ford, para la versión deportiva del Falcon: el Sprint.
Más allá de las distinciones a la Chevy, las ventas no acompañaban a las expectativas. Algo había que modificar. Y allí apareció el diseñador Jorge Ferreyra Basso:
La Chevy Serie 2 fue lo más poderoso, con 175 HP. Allí se produjo el gran salto del modelo, que luego fue complementado por “Malibú”, una versión familiar con opciones de caja (manual o automática) y diversas comodidades, que a su vez ponía punto final al Chevrolet 400.
Los años complejos en el país afectaron a las ventas de la Chevy, que en 1978 relanzó al modelo con una campaña publicitaria que apelaba a la música, por lo que popularmente se lo conoció como “Chevy Opus”. Pero este intentó no impidió la decisión que la filial nacional temía.
Ese año, General Motors de Argentina anunció el cierre de la planta local y su adiós del país. Dos décadas después, en México salió otra Chevy. Al menos se usó ese nombre para denominar al conocido Opel Corsa, o Chevrolet Corsa.
En la Argentina, la Chevy se metió fuerte en el ámbito deportivo. El Turismo Carretera fue la gran vidriera para los amantes de Chevrolet. En 1971 logró su primera victoria, de la mano de Néstor Jesús García Veiga, en la Vuelta de Salta. Desde entonces, acentuó aún más el protagonismo de Chevrolet, desde sus orígenes con las cupecitas, en el rico y frondoso automovilismo nacional.
Quizá uno de los mayores recuerdos de la marca se dio en 1976, cuando el gran Roberto Mouras logró el imbatible récord de 6 triunfos consecutivos con el inolvidable “7 de Oro”. Pero recién el primer título de TC llegó en 1979 y 1980, con Francisco Espinosa. A partir de allí, Satriano, Traverso, Ortelli, Ledesma y Canapino le otorgaron gloria a la emblemática Chevy.
La Chevy argentina apenas duró 9 años de fabricación, lapso en el que salieron 65.970 unidades.
Así pasó la Gran Tentación por la industria automotriz argentina. La historia de Chevy, el modelo que apareció con la manzana mordida para meterse en el corazón de los hinchas de la marca.