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Edsel, el mayor fracaso de Ford
Tres años antes de su lanzamiento, Ford inició un plan para sacar un nuevo modelo que hiciera frente a una competencia cada vez más feroz.
Investigaciones, encuestas, estudios de mercado y millones de dólares invertidos para dar con el auto perfecto.
Salió al mercado en el año 1958 y nadie podía suponer que le costaría a la empresa perder más de 250 millones de dólares.
En aquella década Ford había comenzado a cotizar en la bolsa y con la ayuda de varios socios que pretendían afianzar a la compañía, el proyecto de la marca Edsel pretendía atender al sector del mercado de autos de lujo. La respuesta fue el Ford Edsel, el coche que competiría con General Motors. Citation, Corsair, Pacer y Ranger, cada uno de los modelos creados seguía una línea estética similar siendo el primero el más costoso.
El departamento de marketing de Ford presentó su joya con el apodo de “el coche del futuro”, un automóvil que llegaba para romper moldes, también en el apartado estético, con una gama de hasta 18 modelos: dos puertas, cuatro puertas, descapotable con techo duro o blando, sedán.
Así nacía el Edsel un producto, a priori revolucionario, de la Ford Motor Company.
El domingo 13 de octubre de 1957 se convino la fecha de transmisión por la cadena CBS. El show batió récords de audiencia. Frank Sinatra, Louis Armstrong y Bing Crosby, entre otras celebridades ofrecieron un espectáculo destacable.
El Ford Edsel salió a la venta con un valor entre 2.500 y 3.800 dólares, una fortuna para la época.
A pesar de la campaña publicitaria intensa, el resultado fue improductivo.
El auto fue un auténtico fracaso por las fallas de producción, en especial los relativos a pérdidas de combustible y líquidos.
Además de burlarse del auto por parecer su parrilla a una vagina, en el ambiente se lo apodóa: “Everyday something else leaks”, cada día una nueva fuga, debido a la permanete pérdida de liquidos.
Ford perdió alrededor de 3.000 dólares por cada Edsel vendido, por lo cual después de tres años, la producción del Edsel se paró, dejando un desastre económico.
Con el aso de los años curiosamente los coleccionistas son capaces de pagar fortunas por un ejemplar de Ford Edsel.
El nombre Edsel se debió al nombre del segundo hijo de Henry Ford.
