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Trabajó de tractorista para comprar su karting y llego al TC
Ariel Robbiani, “Cholo” para los amigos, fue otro de los protagonistas que pasaron por el Turismo Carretera. El piloto de Chillar, una localidad de la provincia de Buenos Aires con más de 3.000 habitantes, arrancó corriendo en Karting y luego se destacó en los zonales. Cuando llegó al TC corrió con Ford y con Dodge. En la actualidad compite en el Rally. Acá parte de su historia
Manejar de chico
“Aprendí a manejar en el campo. Mi viejo me daba el Ford Falcon que tenía o el Ford Ranchero para hacer los mandados. Cuando me mandaban a comprar el pan a Chillar controlábamos cuanto tardábamos. A los autos, sin que se entere, se los cagaba a palos”.
Papá no quiere
“Cuando era pibe quería correr y mi papá no quería saber nada. Tuve que esperar a cumplir 17 años para poder hacerlo. En esa época me fui a la cosecha de tractorista, trabaje dos temporadas, y con la plata que me gané me compre el karting”.
Los inicios
“Arranque en Karting en el año 1989. Corrí con un directo durante dos años hasta que pase a la Promocional 850. Ahí corrí con un Fiat 600 y salí campeón. Más tarde competí TC del 40, donde también fui campeón. Luego fue turno en el Mar y Sierras”.
Locuras sin plata
“Para una de las carreras zonales mi viejo me prestó su camioneta nueva para llevar el auto. Enganchamos dos tráiler con un solo eje y pusimos los autos. Habíamos medido que no podíamos pasarnos de los 80 km porque corría riesgo de desprenderse todo. Salimos para Lobería y éramos como diez. Algunos íbamos en la cabina de la camioneta, otros en la caja, y algunos en las butacas de los autos de carrera. En un momento nos dimos cuenta que íbamos a 100 km, levantamos brusco, y los tráiler comenzaron hacer tijera. Venía un camión de frente, que frenó, y terminamos en la banquina. Una locura. En otras oportunidades lo cargábamos en la caja de un camión y cuando los bajábamos tirábamos los colchones ahí y dormíamos ”.
La previa del TC
“Siempre tuve la idea de llegar al Turismo Carretera, era mi objetivo. Si bien no era fácil poder lograrlo hicimos el sacrificio y compramos el Ford que corría Mario Gayraud. Ese auto era del equipo Ola Ford, que también lo manejó Mateo Amanzi, y arrancamos en el TC Pista. Le pusimos el motor del Mar y Sierras adaptado al reglamento de la categoría”.
El debut en el TC
“Para correr en el TC tenía que subir al podio en tres oportunidades dentro del TC Pista. Con eso pasaba a la máxima. Corrí cuatro fechas y subí en tres. Gané una, fui segundo en otra y tercero en la siguiente. Con ese auto saltamos al TC y debutamos en 9 de Julio en 1998”.
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El paso por el TC
“Cuando te retiras te vas diciendo que podrías haber hecho mucho más. Me hubiese gustado ganar, estuve cerca, pero no se dio. Hubo momentos que aproveché, pude estar adelante, y otros que no fueron fáciles. Me quedé con dos series y en esa oportunidad, en las dos finales, rompí el auto estando adelante. En la última parte dije esto ya está. Había ido al TC para hacer un par de fechas y terminé corriendo 170 finales. Las carreras son de autos y con la garra sola no alcanza”.
El paso a Dodge
“Un día el Chispa Uranga, que nos atendió el auto después de Alberto Canapino, me plantea cambiar de marca. El atendía a Jonatan Castellano y decidimos entre todos pasar a Dodge. El resultado no terminó siendo bueno”.
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Los recuerdos
“Recuerdo mi primera serie que la gané en Salta y la final de Balcarce donde terminé cuarto. Ese domingo la serie me la ganó el Pato Silva por nada. Fueron dos momento muy lindos”.
El incendio
“Fue en una carrera de Rafaela donde yo iba cerca de Guillermo Ortelli y atrás venía Matías Nolesi. Éste último entra en trompo al llegar a la chicana, me pega en la rueda trasera, e impacto contra el paredón. Ahí se rompe el tanque de nafta y se prendió fuego Era un auto nuevo que me había hecho Canapino y no sirvió más”.
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Los ídolos
“Mis referentes eran Fabián Acuña y el Chueco Romero. Yo era hincha de ellos y terminé corriendo contra ellos. Fue tremendo. De hinchas pasamos a querer ganarles y hasta tener roces en pista”.
Apoyar a los hijos
“Mi nene corre en karting y mi nena se dedica al patinaje, donde fue dos veces campeona, y le estoy dedicando mucho a eso. Quiero que ambos sean felices con lo que hacen. En cuanto a mi hijo me gusta que corra. Me pidió el y le dije que sí. ¿A dónde lo veo en el futuro? No lo sé. Quiero que disfrute lo que hace. Que llegue donde pueda”.
El Rally en el presente
“Cuando me baje del TC me baje cansado de todo. Rally no había hecho nunca y me llamó la atención. Me largue a probar y me gustó. El ambiente es muy parecido a lo que era el TC de la época de la ruta”.