Argentinos en el exterior
¿Le Mans elegirá a “Pechito” López esta vez?
Se dice que tanto Le Mans como Nürburgring eligen a los ganadores de sus tradicionales 24 horas. Casi como un axioma del automovilismo mundial. Hasta acá La Sarthe le dio la espalda al cordobés José María López. Y hasta le dio golpes duros. Le enseñó el camino a la gloria y se la arrancó de un tirón, a poco de entrar en la historia en el 2019.
“Pechito” irá por su quinta edición en la mítica competencia, este fin de semana. La carrera que todo piloto de raza sueña con ganar algún día. Por tercer año consecutivo, López largará desde la pole position. El argentino se encargó de ser el más rápido de todos este miércoles, para meter al GR010 Hybrid entre los seis que irían por la superpole. Y ayer, su compañero japonés Kamui Kobayashi selló la primera pole position de la era “hypercar” con el Toyota #7.
La obsesión de López es la misma que la de Kobayashi. La espina clavada del de Río Tercero es la misma que sufre Mike Conway. La historia está en deuda con este trío que todavía no pudo festejar una victoria largamente merecida en las 24 Horas de Le Mans. Una carrera que vale por un título, esa estrella que aun le falta a los vigentes campeones del Mundial de Resistencia.
Hasta el Toyota Gazoo Racing necesita saldar esa cuota pendiente con este grupo de pilotos que acompañó el éxito de sus compañeros del auto #8 todos estos años, asumió con entereza las derrotas y se comportó con lealtad en momentos donde las explicaciones no eran suficientes y las suspicacias dominaban la escena dentro del equipo japonés.
LOPEZ Y LE MANS, LOS ANTECEDENTES…
La historia de López con La Sarthe arrancó en 2017. Aquel debut de “Pechito” fue un examen decisivo, luego de haber sufrido el accidente en la curva Copse, en Silverstone, que dañó sus vértebras y confianza. Toyota decidió darle un crédito más y lo subió a un tercer auto, el #9, junto a Nicolás Lapierre y Yuji Kunimoto. Mientras peleaba por un lugar en el podio, Lapierre se tocó con el Manor #25 de la clase LMP2 que rompió el neumático trasero derecho.
Si bien intentó llegar a boxes, se dañaron muchos elementos (hubo un principio de incendio) y fue inevitable el abandono, pasada la medianoche francesa. López había tenido hasta el momento una brillante actuación, siendo en la mayoría de sus vueltas el piloto más rápido de la pista. “Quiero correr por varios años en Le Mans”, dijo el argentino después de la carrera. A la fecha siguiente del 2017, en Nürburgring, recuperó la butaca en el auto #7.
Con Porsche afuera del WEC, en 2018, llegaría la primera y tan esperada victoria de Toyota en Le Mans, luego de 20 participaciones. Fue un 1-2, con una intensa batalla entre los dos autos del equipo que se alternaron la punta. Lo mejor de la carrera fue el duelo nocturno entre Fernando Alonso y “Pechito” López. El equipo le pidió a López que cuidara el auto, mientras Alonso reducía la diferencia de 2m20s a 40s al final de su stint.
A menos de dos horas del final, el equipo demoró la llamada para que Kobayashi entrara a boxes y el japonés debió dar una vuelta a baja velocidad para ahorrar combustible. Un error decisivo del equipo. Allí se sentenció la competencia.
Fue el primer podio del argentino, que igualaba el logro de otro argentino, Oscar Larrauri, en 1986. El cordobés intercambió el casco con Alonso después de la carrera. “Se nos escapó por muy poco, tuvimos que pelear con un doble campeón del mundo. El auto de ellos estuvo más firme toda la carrera”, reconoció sin excusas el argentino. Las repercusiones de la victoria de Alonso en Le Mans tuvieron un gran rebote que trascendió las fronteras del automovilismo.
EL GOLPE MÁS DURO
En la 87° edición de las 24 Horas de Le Mans, en 2019, parecían alinearse los planetas para el auto #7. Desde los entrenamientos fue el mejor auto en pista. Kobayashi había marcado la vuelta más rápida en carrera de la historia, al registrar en el cuarto giro un tiempo de 3m17s297, a 248,628 km/h de promedio. El dominio fue abrumador. Lideraron 335 vueltas contra las 30 en las que el auto #8 estuvo al frente. López había manejado dos turnos y a una hora y cincuenta minutos del final se subió para terminar la carrera. Todo dado para la foto perfecta.
López ya había hecho la última parada para colocar neumáticos nuevos y cargar combustible. Cuando regresó a la pista, la diferencia con sus compañeros era de 2m11s. Sin embargo, sucedió lo inesperado. A falta de 65 minutos para el final, el display del volante del argentino advertía una pinchadura en uno de sus neumáticos. “La presión no bajaba por lo que pude volver a boxes a 200 km/h”, explicaba el tricampeón mundial de turismo.
El equipo cambió el neumático delantero derecho. López permaneció 40s en boxes. “Cuando regreso a la pista, el display seguía marcando el problema”, contaba López. Insólito! El neumático pinchado era el trasero izquierdo. La presión había caído, los riesgos de romper el auto marchando a altas velocidades eran altos. El sueño se desmoronaba. ¿Por qué no cambiaron los cuatro neumáticos ante la duda? Fue la gran pregunta… Una vez más el equipo fallaba con el auto #7.
El golpe fue duro. No hubo consuelo para la tripulación. Ni para Toyota, que recibió la parte más hostil de las críticas. Otra vez ganaba el #8. No hubo espacio para los grandes festejos en aquel podio, a pesar del 1-2 de la marca.
No fue el último revés de La Sarthe para López y compañía. El año pasado, otra vez largando desde la pole, el TS050 Hybrid lideró más de media carrera en las 24 Horas de Le Mans. “Pechito” brilló al volante del LMP1. A falta de 11 horas y 50 minutos, con una vuelta de ventaja sobre el auto #8, apareció una falla en el turbocompresor de los líderes.
El auto #7 estuvo 29 minutos en boxes. “Pechito” volvió a la pista en el cuarto lugar y con un gran ritmo logró avanzar un puesto para conseguir el tercer lugar del podio, detrás del Rebellion. Fue la tercera victoria consecutiva del coche gemelo de Toyota, con Sebastien Buemi, Kazuki Nakajima y Brendon Hartley.
Fueron tres podios en cuatro participaciones para López, con dos segundos puestos y un tercer lugar. Será el inicio de una nueva era en Le Mans, con el debut de los hypercars. López participó desde el minuto cero del proyecto y desarrollo. Los nuevos autos llegaron con ciertas dudas a la carrera más importante del año, luego de sufrir distintas fallas mecánicas en las fechas previas.
Con la pole position de ayer (casi 9 segundos más lentos que los LMP1), mañana será la tercera vez consecutiva en la que el auto del argentino largue desde el primer lugar esta carrera mítica. En 1954, La Sarthe eligió a José Froilán González para inscribirlo como el único ganador argentino en las 24 Horas de Le Mans, hasta el momento. ¿Elegirá a “Pechito” López este año?