Motos
“La primera noche dormí en el piso”
Dicen que la pasión no tiene límites y Matías Amarfil lo sabe bien. El piloto de La Rioja ama las motos y siempre pensó en competir, eso lo llevó en 2014 debutar en la categoría 250 con lo que tenía a mano.
Actualmente Amarfil es el líder de la categoría SuperStock 1000, pero sueña con pasar al Superbike 1000 y pelear contra los mejores del país.
“En 2014 debuté en la 250 en La Pampa. Fui con un bajísimo presupuesto, usaba las gomas originales de la Honda, fuimos con la mente en aprender y con las herramientas que tenía. No tenía presupuesto. Me fui sólo en carpa, no tenía donde dormir y la primera noche terminé durmiendo en el suelo porque se me pinchó el colchón. Me tuve que levantar del muchísimo frío que hacía y recuerdo que tuve que irme a dormir a los baños del Autódromo”, recordó Amarfil.
“Pasé esa noche como pude y al día siguiente cuando llegó la familia Gandola, se brindaron al máximo para mejorar mi situación. Ellos mismo me pagaron una noche de hotel para que pudiera pasarla mejor. De ese gesto jamás me voy a olvidar y por eso para mí, el equipo de Ramiro, más que un equipo es una familia”, agregó Matías, quien todavía pertenece a la estructura chaqueña.
“Mi vida es dedicarme ciento por ciento a la moto y mi familia. Entreno todos los días para estar de la mejor manera. Tengo un taller de motos y trabajo en la Municipalidad de La Rioja”, aseguró Amarfil.
Tal como contó, todo pasa por el motociclismo y su familia, en cada carrera viaja con su esposa y su hijo Valentino, lo que son uno de los pilares fundamentales según él. “Mi señora cuando me accidenté estuvo al lado mío todo el tiempo. Me ayudaba a comer, bañarme, cambiarme, ir a rehabilitación, en todos eso aspectos estuvo firme conmigo. Tanto ella como mi madre y toda la familia. Ella se encarga actualmente en cada carrera de conducir las distancias que haya que recorrer, la última carrera de Buenos Aires se manejó 2600 kilómetros de ida y vuelta”, comentó Amarfil sobre la lesión que tuvo en sus dos brazos.
“Valentino es mi inspiración, él me da la fuerza cuando no las tengo. Mi hijo me muestra toda su pasión siempre. Los accidentes fueron muy fuertes los dos y pude recuperarme por la fuerza de él. En los momentos malos me sacaba una sonrisa. Por él corro y quiero dejarle la enseñanza de la voluntad y el esfuerzo por querer ser un gran deportista y campeón”, finalizó el riojano.
FOTO PORTADA: Motoclik