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Kevin Benavides dejó por un rato el rally y se animó a la pista
Los motociclistas del Dakar saben de la exigencia que es competir en las dos ruedas y cuando el cuerpo les pasa factura suelen emigrar a los autos para seguir dentro de la carrera más extrema del mundo. Sin embargo, en esta ocasión pasó algo totalmente distinto con uno de los protagonistas excluyentes de la edición de este año.
Kevin Benavides está en un punto alto de su carrera deportiva tras convertirse en el primer argentino en el ganar el Touareg dentro de la categoría principal del Rally Dakar y hoy parece lejano que cambie de divisional. Pero el pasado fin de semana, el salteño decidió probar una nueva experiencia fuera de los caminos polvorientos.
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Benavides tuvo su debut en el automovilismo de pista, ya que fue invitado por Pablo Vuyovich en la carrera de dos pilotos que llevó a cabo el TP1100 del Zonal del NOA en el autódromo Martín Miguel de Güemes de Salta.
La propuesta llegó a través de un amigo en común entre Vuyovich y Benavides. El actual hombre de KTM arribó el sábado a la provincia tras entrenar en Estados Unidos y de ahí fue derecho al circuito. Con poco vueltas encima del Fiat 128 con el que fue de la partida, largó desde la pole position gracias a la performance de Vuyovich, pero distintas situaciones de carrera lo fueron retrasando, aunque el resultado fue lo de menos.
“La experiencia estuvo muy buena, fue divertida. Llegué ayer (sábado) y sólo pude dar un par de vueltas en la previa. Le agradezco a Pablo por la amabilidad de haber invitado, realmente su equipo hizo un gran trabajo. Él hizo ganó su carrera y en mi turno, salí con el auto fallando hasta que se pudo limpiar, pero eso me hizo perder las primeras posiciones”, le comentó el ganador del último Dakar en motos a la colega salteña Soledad Moyano del programa radial Al Límite.
Y agregó: “Después de eso, empecé a batallar y venía contento porque estaba peleando con gente más experimentada. Lo mío era la primera vez y también en lo que es el roce, ya que es distinto que en la moto. Luego en una de las curvas me quedé casi sin frenos y para no golpear al de adelante, giré y el auto se apagó. Hasta que volví a ponerlo en marcha, pasó mucho tiempo y ahí quedé con ganas de largar una tanda más. Ahora el problema con este, es que voy a tener que volver”.
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En tanto, Benavides dejó la puerta abierta para intentar nuevamente una experiencia en pista. “Me quedó una deuda pendiente y tendré que regresar por la revancha. La próxima vez espero hacerlo con más tiempo porque llegué de viaje y me vine directo del aeropuerto al autódromo, Además, pude probar muy poco. Soy competitivo y me quedé con la espina de salir a pista nuevamente”, concluyó.
Por su parte, su hermano Luciano también fue de la partida. El menor de los hermanos lo hizo con su primo Matías Benavides, pero la suerte no lo acompaño, ya que la rotura del motor le condicionó el fin de semana.
Fotos crédito: SM Comunicaciones y Diario El Tribuno