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Impresionante: la colección de autos que Pelé dejó a sus herederos
Además de ostentar el récord de más goles en la historia del fútbol mundial con 1.301 tantos según la Fundación Internacional de Estadísticas del Fútbol, el astro no se quedaba atrás a la hora de elegir vehículos.
En 1956, a poco de debutar en el primer equipo del Santos, el gerente de uno de los concesionarios de Volkswagen de la ciudad brasileño le obsequió un Beetle con motor 1.2 de 36 hp.
Décadas después, el mismo O Rei afirmó que el mítico “escarabajo” fue el auto que más cariño le tuvo. Lamentablemente, cuando su estado de salud empeoró, la familia se vio obligada a venderlo.
Ese mismo año, en 1956 BMW se acercó a la jóven promesa carioca para entregarle un Isetta 300 con motor bóxer de dos cilindros y cuatro válvulas que entregaba la modestia potencia de 12 hp, asociado a una caja manual de cuatro marchas y tracción trasera.
Poco después de finalizar el Mundial de Chile 1962, Pelé fue la primera persona en recibir el por entonces inédito Aero Willys 2600 propulsado por un 2.6 de seis cilindros en línea y 12 válvulas que entregaba una potencia de 109 hp y 190 Nm de torque.
El mismo 19 de noviembre de 1969, cuando Edson Arantes de Nascimento convirtió su gol número 1.000, directivos de Mercedes Benz le regalaron un Mercedes-Benz 250 W114 con motor 2.5 de seis cilindros en línea y 12 válvulas que ofrecía 130 hp y 199 Nm, acoplado a una transmisión manual de cuatro relaciones y tracción trasera.
Para el Mundial de Alemania 1974 Pelé ya se había retirado de la selección brasileña, de todas maneras Mercedes Benz le volvió a regalar un W116 280 S 2.8 de seis cilindros en línea que entregaba 158 hp y 226 Nm.
Estos autos, en el caso de ponerse a la venta, entregarían a sus herederos un valor incalculable, aunque algunos hablan de 500 mil dólares sin problemas. Seguramente, para los coleccionistas represente un número bastante más elevado de dinero.