Argentinos en el exterior
Hace 25 años: las enseñanzas que dejó Daytona
Hoy exactamente se cumplen 25 años de la 'Misión Argentina Roberto Mouras' con pilotos del TC que participaron con dos autos Oldsmobile en las 24 horas de Daytona en 1993, en lo que fue un paso muy importante para el automovilismo aquellos tiempos, no por sus resultados deportivos, sino porque desde varios aspectos dejó consecuencias importantes para la actividad en nuestro país. Sin resultados deportivos entonces, por qué fue importante aquella excursión organizada por argentinos en Daytona de 1993?
-La ACTC logró formar un equipo de ocho pilotos de primer nivel para disputar un evento internacional. Esa selección era integraba desde un primer momento por Roberto Mouras quien falleció poco antes del compromiso en la carrera de Lobos a finales de noviembre de 1992. El grupo fue integrado con los pilotos destacados del momento.
-Fueron todos pilotos de primer nivel y algunos de ellos acercaron sus sponsors para el compromiso. No hubo egoísmos, recelos, ni ventajas, ni grietas generacionales (por ejemplo con los más jóvenes de ese momento que eran Lalo Ramos y Fabián Acuña, con los pilotos más experimentados como Oscar Aventón, Jorge Oyhanart o Emilio Satriano)..
-Los pilotos, preparadores, dirigentes, periodistas y allegados argentinos que tomaron parte de la Misión en Daytona, todo momento fueron un grupo con un mismo objetivo y con las misas expectativas de representar al automovilismo nacional de la mejor manera posible dentro y fuera de la pista.
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-Los dirigentes de ese momento, algunos todavía vinculados con la categoría, dieron un claro paso adelante en su concepción de las carreras del TC en nuestro país. Lo hicieron respecto de temas relevantes como circuitos, largadas (se impulsó la largada en movimiento que después fue copiada por casi todas las categorías), construcción de autos e importación de elementos (nuevos tanques de nafta) y seguridad (se aplicaron neutralizaciones con el uso del Pace Car).
-Se midieron capacidades y talento de los pilotos habituales del TC de ese momento con un grupo importante de pilotos extranjeros algunos consagrados, aunque de otra modalidad de competencia como es una carrera de larga duración.
-Los resultados deportivos de la Misión dejaron en claro que más allá de una acertada selección de pilotos, la perfomance y respaldo de una buena estructura es fundamental. Sin autos buenos y veloces no hay selección de pilotos que valga, es decir, que vale tanto el factor humano como el técnico. En 1993, fue muy superior el nivel de pilotos respecto del nivel del equipo elegido que era aceptable desde lo técnico pero no estaba para salir a ganar la carrera.
-Los ocho pilotos se adaptaron muy bien a las exigencias desconocidas como correr de noche, disputar una carrera de resistencia y no de velocidad como estaban acostumbrados, girar con elevados promedios en sectores de máximo peralte como en el curvón completo, largar en movimiento, y acostumbrarse a las detenciones en boxes ya pautadas o circunstanciales.
-A nivel dirigencial fue un examen muy difícil que aprobó exitosamente la ACTC en casi todo sus aspectos.
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-Económicamente fue una experiencia costosa, pero tuvo aportes privados importantes y una muy amplia difusión en los medios nacionales, incluso con tramos de transmisiones directas durante las 24 horas.
-Luego de esa participaciòn varios pilotos argentinos, con proyectos privados participaron en muchas ediciones de Daytona y en algunos casos con buenos resultados, pero no se repitió la experiencia de un equipo como fue aquella Misión de 1993.
-Si es que se piensa regresar, como es la inquietud de varios pilotos por estos tiempos, sería una extraordinaria decisión ya que es una excelente medida de examen conducitivo, de competencia y roce con pilotos de renombre en un trazado muy exigente y una carrera con prestigio. No al nivel de Le Mans, pero con muy buena repercusión. Sería un regreso argentino como equipo que despertaría muchas expectativas.
Fotos: propias, Cosra y TC La Revista.
