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Brian Smith: “Lograba mi sueño y lloraba solo, muerto de frío”
“En mi caso la cuarentena me permite disfrutar de otras cosas. Lo malo es el encierro, que se supone lo pasamos para algo mejor, que es no expandir la enfermedad. Es una situación muy rara, parece una película. Lo positivo es estar con mi hijo, que nació hace dos años y lo disfruto. Es compleja la situación, por el país. Pero nos cuidamos y tratamos de pasar el tiempo con nuevas cosas y manteniéndome ocupado”, comentó Brian Smith, ex piloto, en su paso por el programa Carburando en Casa.
Campeón de la Fórmula Renault, en 1995, se desempeñó en el exterior, con participaciones en la Fórmula 3 británica y el salto a la Fórmula 3000 internacional, por aquel entonces el paso previo a la Fórmula 1. “Yo tenía planeado mi retiro del automovilismo, pero se me anticipó con el accidente que tuve en Comodoro Rivadavia. Quedé complicado de la columna. Me operaron la parte cervical, me reemplazaron tres discos. Pero estoy complicado aún en la parte lumbar. Estoy estirando la intervención porque quedaría muy rígido”, comentó Smith por aquel retiro precipitado tras correr en Top Race y en Turismo Carretera.
¿A qué se dedica ahora el ex piloto? “Empecé con la construcción, siempre me pareció muy interesante. Yo no soy arquitecto ni nada por el estilo, pero armé equipos para realizar cosas interesantes. Fuimos escalando y se armó una linda alternativa. Edificios, ampliaciones en hoteles, departamentos, etc. Ahora hay que aguantar, ya que los gremios están complicados”.
En plena cuarentena se armó de paciencia y construyó su propio simulador: “Lo armé íntegro. Y con la impresora 3D hice el volante, con todos los comandos. Tiene las levas, el doble embrague (para regular las largadas y hace una suerte de control de tracción). Esto se maneja con un programa y como yo sabía sobre ello, en 21 días pude armar el simulador”.
Smith confesó en Carburando en Casa que añora ver las carreras nacionales: “Extraño ver el automovilismo argentino. Este fin de semana vi a Matías Rossi en Stock Car. No extraño correr, pero sí mirar las carreras. Es divertido verlas. Es extraño ver el automovilismo virtual. Por más que corran los mismos pilotos, la simulación es otra cosa”.
Y comentó: “Me considero un ex piloto. Lo amo y lo sigo queriendo, se me fue la pasión por competir. No extraño manejar. Me pasó lo mismo que le sucedió al Flaco (Traverso). En esa época yo le desarrollaba el auto. Y me llamó la atención. Le pregunté y me dijo ‘No tengo más ganas de manejar’. Eso pasa”.
Smith argumentó aquella decisión: “Recuerdo que estaba en Imola, en mi segunda carrera de Fórmula 3000 Internacional. Juan Pablo (Montoya) quedó primero en la clasificación y yo quedé 7°. Estábamos sentados en el piso juntos esperando para arrancar la carrera. Y estábamos bostezando. Se acerca un periodista y nos preguntó porque bostezábamos. Y Juan Pablo respondió: ‘Porque estamos nerviosos’. Y cuando ya no tenés esas ganas es porque se te fue”.
Allí se hizo muy amigo del colombiano Montoya: “Vivimos juntos, compartimos departamento en Inglaterra. Y la amistad perduró. Yo viajé para su casamiento. Cuando voy a Estados Unidos me pasa a buscar. Nuestras familias se conocen”,
La pasión logra acercarse a los sueños. Y en el caso de Brian, con suma decisión pese a su juventud, se lanzó para poder llevar adelante lo que tanto le gusta: correr en autos. Así lo recuerda: “Para mí correr afuera era un sueño inalcanzable. Mis viejos querían que yo estudiara. Dejé el colegio y me fui con una carpeta en la segunda Rivadavia, entre Castelar y San Justo. Local por local fui buscando con un acuerdo que hice con los hermanos Re para la Fórmula Renault. Y terminé en un local donde estaba Tony Aventin. Hicimos una apuesta. Según mi posición, él me daba. Terminé segundo y el martes, después de volver en el colectivo desde General Roca, fui a cobrarle. Tony terminó ayudándome para conseguir más presupuesto después”.
Claro que también la trayectoria se construye sobre la base de dedicación y sacrificios. No era fácil para los jóvenes de aquellos años vivir solos en Europa, lejos de los afectos y luchando para conseguir objetivos: “Recuerdo el primer día que llegué al equipo Tom’s. Estaba lloviendo. Yo me puse a llorar muerto de frío, pese a que estaba logrando mi gran sueño. Me dio la posibilidad de tener muchas conexiones, aprender idiomas y desarrollarme como ser humano”.
No te pierdas la entrevista completa a Brian Smith en el programa Carburando en Casa: