Opinión
Vive
Todo el automovilismo debe celebrar lo que sucedió el domingo 6 de agosto en el Autódromo de Buenos Aires donde quedó demostrado que la pasión está viva.
Más de 50 mil personas ocuparon hasta el último sector de las tribunas gracias a una buena promoción del evento que con la suficiente antelación hicieron llegar sus entradas generales sin cargo a los fanáticos que desde distintos rincones del país querían su ejemplar. A las 7 de la mañana el marco ya era imponente.
En tiempos en los que algunos discuten la grave crisis de este deporte y la falta de interés de la gente, lo de los 1000 km del TC fue una bocanada de aire fresco, un respiro y un aliento para saber que esta actividad que tanto queremos está intacta. Solo falta llegar mejor al público con el mensaje y la promoción durante todo el año. Un partido de futbol se muestra y analiza en todos los medios y noticieros nacionales, una carrera de autos no. Para que ello suceda, el TC tiene que cumplir 80 años o el Super TC 2000 correr alrededor del obelisco.
El mismísimo Presidente de la Nación, Mauricio Macri, pudo ver con sus propios ojos que un autódromo puede estar colmado de gente, con fanatismos diferentes y conviviendo sin problemas. Tal vez sirva para que cuando se habla de esta actividad, se la mire con otros ojos.
El domingo se le demostró al país que el Turismo Carretera sigue siendo una categoría muy convocante. Este domingo el automovilismo le demostró a aquellos que por ignorancia o conveniencia piensan que lo único que existe es el fútbol, que hay otra pasión que junta multitudes. El domingo se demostró que el rating televisivo de cada fin de semana en Capital y GBA no refleja la realidad de un país claramente “tuerca“.
Ojalá sirva de algo, porque este no ha sido un éxito del Turismo Carretera, ha sido un éxito del automovilismo y una demostración de que a pesar de todo, VIVE.