Opinión
¿¡Será posible?!
Son muchas las circunstancias que han hecho que el automovilismo Argentino haya perdido algo del potencial, que el mismo público le ha adjudicado siempre y que yo creo puede seguir teniendo, en la medida que se corrijan las situaciones tóxicas que lo aquejan.
Nunca se ha logrado unificar ideas entre las distintas categorías, que permitieran trabajar en conjunto para mostrar que, más allá de las diferencias, lo que les debiera resultar común es conseguir la atracción de un público ávido de emociones y de elegir ídolos entre pilotos y marcas.
Hoy tenemos competencia de canales, para emitir categorías que no pueden disfrutar en su totalidad de la audiencia, que evidentemente ha disminuido por esta división. Esto trae también como consecuencia, que no se puede promocionar adecuadamente a nuevos pilotos, para que mañana puedan transformarse en personajes muy conocidos y seguidos. Crea una división de esfuerzos y retracción de sponsors, tanto para los pilotos, como para las productoras, redundando en que las empresas busquen en otros rumbos la efectividad imprescindible.
La CDA del ACA y la ACTC, tienen incluso responsabilidades de distinto tipo. Hay elementos que distorsionan lo que debiera ser un estricto cumplimiento de las normas: uno es el económico y otro el político.
La seguridad en los circuitos, tanto para los pilotos como para el público, algunas veces queda en segundo plano cuando se analiza la conveniencia de la utilización de alguno de ellos. En el Autódromo Roberto Mouras de la Plata -que ha realizado una gran inversión en la estructura de boxes, tribuna y vips-, en la última carrera se desprendieron trozos de asfalto de gran tamaño que impactaron parabrisas y carrocerías. La semana anterior, con visto bueno de la CDA corrió allí el TN.
Una vez más, debo decirles que hay elementos que distorsionan lo que debiera ser un estricto cumplimiento de las normas, uno es el económico y otro el político.
En los últimos tiempos se han construido y se siguen construyendo, autódromos que demandan varios cientos de millones de pesos y cuyas medidas de seguridad para pilotos y público son excelentes. Cabe preguntarse si en el tiempo el mantenimiento será un hecho factible.
Luego hay otros circuitos, algunos añejos, pero que han tenido una actualización; y otros, a los que el paso del tiempo y la falta de dinero y de quienes se ocupan de ellos, los han colocado en una situación que dista de las necesidades actuales.
Hoy, todos debiéramos estar pensando, estudiando, como hacer para lograr una actividad de un gran desarrollo y de la que podamos sentirnos satisfechos, público, clubes, pilotos, equipos, periodismo...
¿¡Será posible?!
