Opinión
A Rossi se le pusieron los pelos de punta
En la vida cuando uno tiene que decir algo no hace falta gritar. No hace falta decir las cosas faltando el respeto. No hace falta atacar. Sólo hace falta decir las cosas que uno piensa con autoridad, con inteligencia, y con precisión. Ayer, en la carrera de Rosario, Matías Rossi lo demostró. No gritó, no faltó el respeto, no atacó, pero si dijo lo que pensó cuando abandonó la carrera. Fue inteligente en el momento de decirlo y a la vez preciso. “Es muy difícíl pelear un campeonato así. De tres carreras paramos en dos”.
El piloto de Toyota tiró una frase que dejó en evidencia su malestar por la falta de resultados. Si bien Matías subió al podio en la competencia del sábado, el Misil quiere ganar. Uno de los referentes de nuestro automovilismo necesita de triunfos y últimamente, salvo en Top Race, se le viene haciendo muy complejo en el resto de las categorías que compite.
En Súper TC 2000,con tres finales ya disputadas, el piloto de Del Viso solo tiene 17 puntos en el campeonato y está a 54 del líder Facundo Ardusso. El arranque lo dice todo. No hay dudas que la estructura que comanda Darío Ramonda hará todo lo posible para devolver a Rossi, y a su equipo, al nivel que pretenden.
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Para quienes tienen poca memoria no es la primera vez que su piloto tira la pelota de la responsabilidad para otro el lado. En su momento, en julio de 2017 en Rafaela, Rossi también se sintió molesto por la falta de resultados, por su mal presente y disparó duro. En esa oportunidad primero realizó una autocrítica y dijo: “No la estoy pasando bien, debo estar mal y no es mi momento”. Luego apuntó al auto y señaló: “El auto no anda. Estamos muy descolgados de lo que pretendemos. Una cosa es estar para ganar y otra es estar 21”, refiriéndose al puesto que lo ubicaba en clasificación. Después subió al podio y los decibeles bajaron.
Ahora la historia se repite. Matías es consciente que las cosas no están a su nivel y que las carreras son de autos. Si tenes un vehículo bueno peleas por la carreras y si funciona mal, desapareces. En este presente hay dos cosas que están más que claras y éstas debemos decirlas: Por un lado su auto no abandonó estando en los últimos lugares. En Buenos Aires siempre estuvo metido entre los diez mejores y en Rosario abandona peleando por otro lugar en el podio de la segunda competencia. Por otro lado, también es real, su Corolla no está tan contundente como lo está Renault.
Muchos podrán decir que a las palabras se las lleva el viento, pero las que dijo el domingo Matías Rossi volaron para el taller de Córdoba donde seguramente ya están trabajando para revertir este inicio. En cuanto al Granadero el 2018 arrancó complejo; y para quienes lo conocen saben que eso no le gusta. Por eso ayer, una vez más, a Matías Rossi se le pusieron los pelos de punta.
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