Rally
Nalbandian aprende rápido
Nalbandian ya ganó dos competencias este año y lidera el torneo de la Copa Maxi Rally.
David Nalbandian, del tenis al rally. Así se titula la nota que publicó hace unos días el diario cordobés La voz del Interior y que compartimos a continuación:
La tranquilidad se impone en el predio del Tango Rally Team de camino a Río Ceballos, aún cuando la cuarta fecha del Rally Argentino en Catamarca de este fin de semana, sea el tema de conversación obligada. Al pie del taller, David Nalbandian dialoga con el grupo de mecánicos. Sus recuerdos lejanos de gloria y puños apretados en rectángulos de tenis pertenecen a otros tiempos y escenarios, y hoy el cordobés de 34 años disfruta ser un piloto más.
Claro que lo que él llama un hobby, correr en Rally -algo que hace desde hace tres años-, lo tiene como líder de la Copa Maxi Rally del Campeonato Argentino, un premio que él considera como un consuelo pero que es una motivación para los pilotos emergentes que aspiran algún día a estar entre los pilotos de punta.
"Mucho tiempo a mí no me lleva porque es medianamente un hobby. Corremos un fin de semana al mes. Nos vamos los jueves, hacemos ruta jueves a la tarde y todo el viernes, y la carrera es sábado y domingo. A veces probamos los lunes previos a la carrera para ver que todo esté en orden. Y arriba del auto no mucho más. Sería lo ideal para ir 'ahorrando' tiempo, pero lamentablemente no lo hacemos por una cuestión de presupuesto. Cuesta mucho subirse todos los días al auto para probar", cuenta.
Cuando no hay carreras, "a veces vengo al taller a comer con los chicos. Hablamos de todo un poco. A medida que voy teniendo horas en el auto me voy dando cuenta de varias cosas, hablo con los mecánicos, o el mismo Marcos (Ligato), les digo qué sensaciones tengo, qué se puede mejorar, y de mi auto qué maniobras me salen bien y cuáles mal. La verdad es que mucho tiempo no me lleva, pero es divertido y lo hago con gusto".
En el volante
Carlos Miguel Calderón es el jefe de mecánicos del Tango Rally Team. El supervisa todos los vehículos y conoce a David desde antes de ser piloto, cuando aún sostenía una raqueta representando al país en la Copa Davis. Desde entonces, el ex tenista acompañaba a su amigo y piloto Marcos Ligato en su pasión por los autos.
"David es muy buena persona. De vez en cuando, entre carrera y carrera, se llega por el taller, ve como está su auto y charla con los chicos. Es muy predispuesto para todo, hace chistes, es muy abierto, y siempre tratamos entre las carreras de hablar y conversar cómo le fue en la anterior para poder mejorar", cuenta Calderón.
"Se mete de lleno en el auto y siempre busca la perfección como buen deportista que es. Lo veo en el auto, en los entrenamientos, siempre pregunta cuándo vamos a ir a probar", destaca.
Sobre Nalbandian como piloto, dijo: "Lo veo bien. Ha progresado mucho desde que entró al equipo. Los dos primeros años fueron bravos, pero este año se asentó un poco, está más calmo... no sé si con el acelerador (bromea). Ha mejorado de cabeza y un poco la forma del manejo. Con estos dos años de experiencia, con toda la circunstancias que lleva un campeonato, ha ido aprendiendo. Obviamente que le faltan horas para llegar a un nivel óptimo, pero está por el buen camino".
"Por esas horas, al no hacer esto profesionalmente y no estar todo el día arriba del auto, todo se hace más lento. Aprendo mucho en carrera, aunque siempre se va aprendiendo. Lo importante es no pararse, no irse afuera, no pegarse un 'palo', porque así no te frena la mejoría. Esas cosas son las que hacen que uno vaya aprendiendo de a poco y te permite opinar para mejorar el auto y qué es lo que me sienta un poco más cómodo", agrega.
Los autos del Tango Rally Team están alienados, y David se toma unos minutos para hablar con Calderón. Pregunta y aprende. Absorve conocimientos que después aplica. Aún cuando su experiencia en los rectángulos de tenis no se traslada a los circuitos, su lógica de deportista de alto rendimiento y su costumbre a ser protagonista, lo lleva a asimilar los secretos de los autos. Por eso su crecimiento.
"Como piloto es muy bueno. Ha ido creciendo. Tuve la oportunidad de acompañarlo tres años. El primer año tuvimos las adaptaciones al auto, fue un año de prueba. Se golpeó mucho el auto, hubo que bancarlo, hacerle el aguante. Pero hoy es un piloto muy consciente, muy capaz, tiene mucho para demostrar. En unos años va a ser un piloto de punta tranquilamente", confía Iván Bouvet, su mecánico personal, el responsable de su propio Chevrolet Agile.
Ecos de la súper estrella
Está claro que hoy no tiene la exposición de su carrera tenística. Por un lado porque aún siendo tenista compartió mucho con los pilotos y casi era uno más de ellos desde antes de colgar la raqueta. Por el otro, no es el principal referente de la actividad.
Pero cuando va a una carrera, el gran público aún quiere fotos y autógrafos del ídolo.
"No dejo de ser Nalbandian, todo el mundo me pide una foto cuando paramos con los autos. La gente sigue pendiente de eso. Pero por el lado netamente del ambiente de los autos, conozco a la mayoría de muchos años antes de estar con el Tango. Yo ya andaba en las carreras mundiales, nacionales, y tengo relación con todos. Y en cuanto al equipo, cuando hablo de tenis es más factible que tenga razón, pero cuando acá decís algo puede ser todo lo contrario".
De ahí que su relación con el personal del Tango sea como un integrante más del equipo. "Terminamos siendo todos un equipo. Si el auto no está bien yo no voy a tener resultados, todos dependemos un poco de todos. Lo ideal es tener una buena comunicación con la gente que está atrás de tu auto. También es muy importante explicarles tus sensaciones a ellos para que puedan mejorar entre una pasada y otra algún aspecto", explica David.
Pese a su motivación por las carreras, el Rally Argentino es -al menos por ahora- su techo en el automovilismo.
"Tengo demasiadas cosas como para estar ocupado. Esto es un hobby, muy caro por cierto, y si tuviese que vivir de esto, en el rally casi no hay pilotos que se banquen de los esponsores. Siempre uno termina poniendo plata; pero son gustos. El resto del tiempo tengo mis empresas, mis negocios. Hoy estoy atrás de un montón de cosas, viajo bastante a Buenos Aires, me muevo mucho y eso no me permite poder dedicarme de lleno a esto, que además sé que no lo voy a tomar como una profesión. Eso sí, trato de hacerlo lo mejor posible, le presto atención, y por eso también es el progreso que he tenido".