Rally
Lo sacaron de abajo del agua: “Me quedé sin aire y me entregué"
“Ví las imágenes de mis hijos, me quedé sin aire y me entregué”, es el relato de Ricardo Martinoglio, el piloto de rally que protagonizó un accidente increíble en el Mar y Sierras, cuando su vehículo volcó y cayó dado vuelta al agua. No pudo salir, permaneció atrapado sin aire hasta que finalmente su navegante y otra persona lo rescataron y lo reanimaron.
La desesperante experiencia sucedió en General Madariaga, donde Martinoglio competía junto con Lisandro Bahillo. En un momento el conductor pierde el control del automóvil, vuelca y cae sobre un lago tapado con verdín.
“Fue un accidente fortuito. No fue ni siquiera una mala maniobra. Uno cuando se sube a un auto de competición se expone a estas situaciones. Pero al contrario, las normas de seguridad del auto respondieron. Y se pueden mejorar cosas también”, relató Martinoglio en una entrevista al programa Carburando, por TyC Sports.
“Cuando caemos al agua en realidad no la vemos. Estaba tapada con verdín. Volcamos y cuando le quise preguntar a mi compañero si estaba bien, nos tapó el agua, literalmente. Se llenó el auto de agua”, explicó el piloto. “Perdés el sentido de la ubicación. Estás boca abajo, al revés. No sabés donde está la puerta. Me solté el cinturón y caes al techo, que está en el piso. Traté de salir golpeando, hasta que me quedé sin aire”, agregó Martinoglio.
“Ví la imagen de mis hijos y me entregué. Habré estado más de un minuto ahí abajo, tapado por el agua y el barro. En un video se ve que en un segundo se llena de agua”, es la parte más dramática del recuerdo de aquella situación.
Martinoglio, que además de competir en el Rally Mar y Sierras, habitualmente corre en el Carx, que este fin de semana último se presentó en Concepción del Uruguay. Destacó la reacción de su navegante: “Lisandro pudo romper parte de la ventana. El es muy chiquitito y pudo salir por ahí. Al pararse al lado del auto espera verme a mí. Pero no me encontró, se asustó, pasó por arriba del auto, que era el piso. Ahí había una persona, que no la volvimos a ver, parece una señal, y entre los dos me sacaron, inconsciente. Dice que me pegó el pecho muy fuerte y ahí pude expulsar el barro que había tragado y me recuperé”.
Tras haber vivido una experiencia límite, Martinoglio reflexionó: “Pensé que se había terminado todo. Cumplo 53 años. Tengo dos hijos grandes, mi pareja y una niña. Hasta acá llegó, hice lo que pude. Eso pensé. Gracias a Dios me dio otra oportunidad”. De todas maneras no pierde la pasión por el automovilismo, y más precisamente por el rally: “Veo la vida igual que antes. La vida es linda, a mis seres queridos. Hay que tomar las precauciones necesarias. No voy a cambiar mi vida. Sigo corriendo, participo en el Rally Cross”.