Opinión
Las reglas están claras
“En Brasil valen los golpes de costado… allá se discuten los toques de atrás”, contó el simpático piloto brasileño Carlos “Caca” Bueno en plena final del Súper TC 2000, cuando en la transmisión televisiva se le pidió una opinión sobre los toques entre José Manuel Urcera y Leonel Pernía.
La historia se repite. Una vez más se discuten maniobras que dividen y seguirán dividiendo las aguas. Los protagonistas reclaman según su conveniencia y si al público lo dejaran decidir, preferiría un circo romano en la pista en su mayoría. En el medio hay un órgano que imparte justicia. Y a los comisarios deportivos, los pilotos le piden incansablemente que pongan reglas claras, para que ellos sepan de antemano cuáles maniobras son válidas y cuáles no deben ejecutar.
Si hay una acción en la que las autoridades de la CDA del ACA hace tiempo dejaron las reglas claras es en el toque de atrás. Desde aquella definición polémica en San Juan entre Pernía y Matías Muñoz Marchesi, hasta la resolución del campeonato de Top Race en Salta 2016 entre Mariano Altuna y Agustín Canapino. El que tocó de atrás fue sancionado. Bien o mal, más allá de cualquier opinión, los comisarios deportivos mantuvieron una misma línea.
En la carrera de ayer, ni el toque de Pernía a Urcera, ni la posterior devolución del de Citroën al de Renault media vuelta más tarde fueron válidos. Uno en la horquilla (el de Pernía) con un roce leve y con dos ruedas en la tierra, y el otro (el de Urcera) en la entrada a los mixtos con un empellón que corrió un poco de la trayectoria al Fluence que ya se había pasado unos centímetros de la cuerda ideal para defender el lugar. Ambos roces fueron desestabilizadores, sirvieron para generar un adelantamiento y eso los convierte en un movimiento ilegítimo.
De no haber existido una de las dos situaciones, la restante hubiese merecido un castigo con alteración en las posiciones. Al haber quedado todo igual en las ubicaciones, con devolución de gentilezas incluida (no es propicia la venganza en pista), los comisarios aplicaron un apercibimiento a ambos al final de la carrera, a los efectos –una vez más- de confirmar la postura: ese tipo de toque de atrás no son aceptados. Y eso es dejar las reglas claras, más allá de los puntos de vista, más allá del gusto popular… Al cabo, la unificación de criterio es lo que piden los pilotos, aun cuando les toque perder.