Opinión
La lista negra que no se difundió
La ACTC desaprovechó una gran oportunidad de aportar transparencia en esta “nueva etapa” en la que se intenta recuperar credibilidad después del golpe de knock out del “Gurigate”, al no difundir la lista de una docena de autos del TC que no respetaban varias medidas reglamentarias en sus carrocerías y que para este fin de semana deberán estar en condiciones para correr en San Luis, la primera fecha de la etapa final.
Hay buena voluntad de parte de los nuevos responsables de la Técnica. Marcaron rápidamente las nuevas reglas de juego. Y hasta fueron flexibles para acomodar un desorden total. Culpan sin señalar a la gestión de Alejandro Solga por no haber controlado debidamente y les dieron tiempo a los equipos para que a partir de este fin de semana, nadie tenga los vehículos fuera de los parámetros correspondientes.
Desde la ACTC no hablan públicamente, pero lo hacen saber. Al menos su verdad. Y Solga no aparece para aclarar. Por lo tanto, hay una sola campana. “En la carrera de Olavarría la situación era grave”, cuentan en off. Las medidas y formas de las carrocerías estaban fuera de control. Allí dieron el primer aviso para que corrigieran las anomalías. Pero pasaron cinco fechas y en Paraná volvieron a objetarse entre 10 y 14 autos. Altura de techo, parantes, lunetas traseras, guardabarros, colas, puertas… Sin sanciones.
La mitad de la etapa regular se corrió con un tercio de los autos del parque fuera de reglamento. Y varios de los que hoy (jueves) deberán superar las mediciones de la Técnica, en San Luis, clasificaron a la Copa de Oro. Incluso, después de la carrera de Paraná circuló una foto del Chevrolet de Matías Rossi con diferencias de medición con respecto a la plantilla en la luneta trasera.
Todos los ítems objetados son ganancias aerodinámicas. Aunque intenten explicar que fueron errores de los “chapistas”, por no tener las plantillas adecuadas. Plantillas y brazo faro eran dos elementos de medición con los que habitualmente se lo veía trabajar a Solga y compañía en la etapa pasada. Sin embargo, desde la ACTC hoy aseguran que antes no se hacían esos controles. Y que no sancionaron en las últimas fechas porque estaban confeccionando los nuevos y precisos moldes para entregárselos a los equipos.
“Va a estar todo bien… Buscamos la perfección. Los que mandamos a corregir son pequeños detalles que no hacen a la performance”, sostienen desde la entidad. Pareciera haber buenas intenciones. A este Departamento Técnico le toca levantar una mochila muy pesada. Pero en busca de esa transparencia que siempre le cuesta alcanzar al TC, hubiese sido importante que se publicaran los autos que debían ser corregidos para esta fecha. Para que se acaben las especulaciones, las suspicacias, y para terminar de enterrar la difícil herencia que arrastran.
