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IndyCar testeó el kit para circuitos mixtos
IndyCar continúa con sus ensayos sobre los monoplazas que integrarán la categoría a partir de la temporada 2018.
Hace unos días se realizó el primer test en Indianápolis con el paquete aerodinámico para óvalos veloces y ayer se concretó la prueba con las modificaciones previstas para circuitos mixtos y óvalos cortos, con la que disputarían 15 de las 18 carreras de año venidero.
Los pilotos a cargo volvieron a ser los mismos que en aquella oportunidad, Juan Pablo Montoya y Oriol Serviá, quienes giraron sobre el Chevrolet y el Honda en el circuito de Mid-Ohio.
Las principales diferencias a nivel estético con el "kit de óvalos" radica en los alerones más complejos, para proporcionar la carga necesaria en circuitos. Así, el plano principal del alerón delantero cuenta con dos endplates a ambos lados, y el trasero, que en la versión de óvalo es una simple pieza, es bastante más sofisticada y convencional, con tres planos y un diseño menos elevado y que se estrecha progresivamente, reminiscente de los alerones traseros de los Fórmula 1.
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Al terminar la jornada de test, Montoya valoró positivamente la mayor velocidad, ubicándola en el rango de los 300 kilómetros por hora en Mid-Ohio, aunque expresó que le gustaría contar con más caballos en el motor: "El próximo paso tiene que ser un poco más de potencia, pero ahora el empuje se puede notar con la aerodinámica más ligera. La velocidad es un poco más alta en las rectas, creo que 6 a 8 kilómetros por hora".
El colombiano alabó el comportamiento del monoplaza en comparación con el que se utiliza actualmente: "Cuando estás detrás de alguien, pierdes mucha carga de atrás, tienes sobreviraje, y eso no es bueno. Con el monoplaza de 2018, sólo hay subviraje. Cosas que normalmente resultan fáciles, con este auto son como "¡Oh, Dios mío!". Los neumáticos derrapan, vas de lado. Será fácil estar en apuros, incluso en la última curva. Cuando se maneja, la gente desde afuera debe ver que estás peleándote con el auto. Ahora, parece que van sobre rieles. En televisión, ves al tipo que lidera y al que va decimoquinto, y parece que estén haciendo lo mismo. Creo que vamos a ver más movimiento de manos en el volante. Va a ser más fácil que los autos pierdan la línea".
Por su parte, Servià hizo hincapié en como reaccionaba el monoplaza en las curvas rápidas y su buen radio de aceleración, a consecuencia de la menor aerodinámica: "En clasificación, estoy seguro de que esos tipos que iban casi a fondo en la curva 1 no lo podrán hacer con este coche. Tienes que levantar, tocar el freno un poco, y aún así no puedes estar seguro de pasar la curva, así que es más desafiante. Se nota la potencia, sin duda. El auto acelera más en las rectas porque hay menos drag, así que sigue acelerando, y sigues cambiando marchas. Me recuerda un poco a mi año de novato en el 2000, cuando no sólo aceleraba mucho en la salida de las curvas, sino que seguía acelerando; cuarta, quinta, sexta, y sigue. Es un poco como aquello, y creo que va a crear más adelantamientos".
Ambos pilotos volverán a subirse al monoplaza con esta configuración el próximo 10 de agosto, en el óvalo de Iowa, y el 26 de septiembre en el circuito de Sebring.