Fórmula 1
Auspiciado por
Hamilton involucrado en Paradise Papers
Lewis Hamilton, recientemente coronado campeón del mundo de Fórmula 1 por cuarta vez, aparece en los Paradise Papers, la última filtración de documentos sobre evasión fiscal.
Hamilton está acusado de haber evitado pagar 3,7 millones de euros por la compra de su jet privado, un Bombardier rojo valuado en 19,2 millones y que utiliza desde 2013.
El británico habría utilizado una serie de compañías como Stealth Aviation Limited, Stealth Limited y BRV ayudaron a Hamilton y otros clientes a establecer negocios ficticios por los cuáles alquilaban a sí mismos sus propios jets.
De este modo, y utilizando la Isla de Man como base de operaciones, otras 230 personas como el piloto de Mercedes, uno de los deportistas mejor pagos del mundo, habrían evadido un 20% de impuestos desde 2011. Es decir, alrededor de 1.180 millones de euros que la Hacienda británica ha devuelto durante estos últimos seis años y que ahora, a pedido del gobierno de la isla, serán revisados para comprobar si se ha incurrido en algún tipo de delito.
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“Es perfectamente legal elegir el arrendamiento en lugar de la compra. El objetivo principal es obtener una ventaja fiscal”, aseguraron los abogados de Hamilton al respecto.
Según indican los documentos presentados por los Paradise Papers, una vez que los abogados de Appleby entraron en contacto con el entorno de Hamilton se procedió a la importación del avión, que aterrizó en el Ronaldsway Airport "un lluvioso 21 de enero de 2013". Cuando Hamilton llegó poco después, sobre las 6:40 de la mañana, tan sólo tuvo que firmar los papeles de importación y llevárselo a Stuttgart para evitar pagar los impuestos. Ni 50 minutos duró el jet en la isla.
De hecho los coqueteos de Hamilton con la evasión de impuestos no son una novedad. A fin de proteger su fortuna, estimada en unos 150 millones de euros, el británico lleva sin cotizar en su país desde 2007, cuando fijó su residencia en Suiza para luego trasladarla a Mónaco. Además, el cuatro veces campeón del mundo está contratado por Mercedes a través de una empresa radicada en Guerney y administra sus derechos de imagen gracias a una compañía que él mismo fundó y que tiene su sede en Malta.
