Opinión
Franco Girolami merece tener otras oportunidades
Franco Girolami volvió a demostrar, una vez más, que está entre los pilotos más rápidos de nuestro país. En el veloz circuito de Nueve de Julio tuvo un excelente fin de semana. Aprovechó en cada momento el gran auto que le entregó el equipo de Gabriel Furlan. La madurez adquirida en los últimos tiempos se vio reflejada en sus dos últimos años. Ayer se despidió del Uno en sus laterales de manera contundente. Fue el rival más duro que tuvo Matías Rossi. Entre ellos se disputaron el campeonato 2019 y en la última del año le pusieron pimienta a la final.
El logro obtenido en el circuito de la provincia de Buenos Aires fue el quinto dentro de la temporada. El de Isla Verde se convirtió en el piloto más ganador. Subió al podio en ocho oportunidades y ganó cuatro clasificaciones. Desde hace un tiempo Girolami supo ganarse un lugar entre los grandes referentes que tiene la categoría.
Lo vivido el fin de semana, tanto para él como para Gabriel Furlan, fue muy especial. Ambos llegaban al final de un proyecto. Gabriel como responsable de un equipo y Franco como piloto de esa escudería. Es por eso que mutuamente querían entregar el ciento por ciento. Mucho más Girolami por todo lo que le enseño el ex F3. Furlan fue una pieza fundamental para el crecimiento del campeón 2018. Fue su profesor, lo instruyó, lo pulió, lo tranquilizó, le enseño a correr carreras y le inculcó que para ser campeón hay que transitar un largo camino siendo eficiente. Sin desesperarse. Lo logró.
Hoy solamente motivos presupuestarios no ponen al protagonista de la provincia de Córdoba en otra situación. Girolami ya colocó su sello y debe estar tranquilo que si no está en otras categorías es por esas cosas que muchas veces no se entienden en nuestro automovilismo argentino.