Opinión
El tributo a Nicky Hayden lo destacado del día en el GP de las Américas de Motogp
Fue información de carburando.com. El retiro del #69 que perteneció a Nicky Hayden fue un acto de justicia por parte de Motogp y la FIM.
Su historia:
El estado de Kentucky ni siquiera es famoso a pesar de ser uno de los primeros 15 estados de la Unión. Kentucky jamás tuvo el brillo de la Gran Manzana, la apariencia multicolor de Miami, ni el sol de California. A Kentucky, quizás, se lo conoce por culpa de un adulto mayor, que en el ocaso de su vida y encontrándose al borde del abismo, tuvo la ocurrencia de ponerse a freír alas y otras partes del pollo y algunas frituras después lograr consolidar un verdadero un imperio gastronómico. Sin embargo, los que de alguna manera formamos parte del mundo del motociclismo, hemos conocido que existía un lugar en el mundo llamado, Kentucky solo gracias a un joven norteamericano, con físico de Marine, que supo cumplir su sueño de ser, en un tiempo y espacio determinado, el mejor piloto en todo el hemisferio.
Nicholas Patrick Hayden, el “Kid de Kentucky” vivió para y por el motoclismo. Nació en el seno de una familia que hizo un culto de este deporte. De su padre heredo la pasión y el número #69 que portó durante toda su carrera. Su madre, su hermana ya eran distinguidas participantes de Campeonatos Femeninos cuando el pequeño, Nicky, se iniciaba primero en óvalos de tierra y luego en carreras de Dirt Track.
Fue a los 13 años que desembarcó en la disciplina de la Velocidad. En su país la rompió toda. Ganó en el Gran Nacional de Dirt Track y obtuvo premios de Mejor Novato del año y mejor Atleta del AMA- American Motorcycle Association. En el 99 fue campeón de Super Sport. Ya en el 2000, fichó para el team Honda América equipo oficial en el AMA Superbikes. Dos temporadas después fue campeón americano con tan solo 21 años. Ese mismo año inscribió el nombre de su familia en el récord guinness, al completar un podio acompañado por sus hermanos, Tommy y Roger Lee en el marco del TT Steepleachase de Springfield.
Hacemos un punto aquí.
Nicky Hayden había logrado lo que todo piloto norteamericano hubiera soñado ser: Una estrella para el deporte de su país. Con un poco más de veinte años había alcanzado el objetivo. Para aquellos que conocemos como se maneja el deporte en la nación de Homero Simpson, sabemos que cualquier figura deportiva no requiere cruzar ningún océano para alcanzar notoriedad. El concepto americano presume que ellos son los dueños del negocio y tienen público de sobra para venderlo. Con cierto criterio, saben que pueden vivir sin el resto del mundo. Una muestra de ello es el AMA Superbikes que paga a sus figuras contratos a nivel de NBA o NFL que permiten a un piloto ganar más que en el propio Motogp y sin moverse de su casa. Nicky Hayden, podría haberse coronado de gloria en su tierra pero él íntimamente quería mucho mas.
En 2003, siguiendo la huella de Kevin Schawtz, Lawson y Roberts viajó con destino hacia el Viejo Continente para ser parte del poderoso team HRC. En esas muecas del destino sabía que tendría por compañero a un tal Valentino Rossi, al que siempre reverenció y mantuvo su amistad a pesar del paso de los años.
Su primera temporada en el mundial, definitivamente, no fue buena.
Actuación discontinúa a pesar haberse montado sobre el caballo del comisario ya que la mejor moto de ese año era la Honda RC211V. Fruto de un comienzo incierto, en el Honda Repsol estuvieron a punto de sacarle pasajes con destino de regreso o a lo sumo derivarlo a un equipo satélite. A la vista está que en Repsol solo valoran a los pilotos españoles. Sin mucha ayuda de Rossi, quien ha dejado patentado en el mundial la ley tacita que dice que el primer enemigo siempre duerme en casa, se decidió dar un golpe de efecto y acudir al gran Mick Doohan para asumir el rol de guía. Con tamaño padrino, los resultados de Nicky comenzaron a aparecer. Tiempo después, Hayden cumplió una aceptable temporada para llevarse el titulo de “Rookie”del año. Con la partida de Valentino a Yamaha y la llegada del brasileño Barros, en la siguiente temporada no lució. Sin embargo, en 2005 conseguiría su mejor resultado: 3ro. en el ranking anual. Para el inicio de la temporada 2006, el panorama no amanecía favorable. La llega del niño mimado de la marca, el campeón de 250cc., Dani Pedrosa, establecía precisas instrucciones donde el norteamericano sería claramente el piloto #2 en el box de la casa del Ala Dorada. Hayden con la obediencia debida aceptó las condiciones como un gentleman. Pedrosa recibiría toda la atención y Hayden una moto con elementos experimentales que a priori serían una incógnita. En resumen, lo mandaron a ser el conejillo de pruebas residente en un laboratorio científico. Como buen "Kid" tomó la llave de la jaula y se puso el delantal.
Para sorpresa de todos paso algo inimaginable, impensado, imposible: "La calabaza se transformó en carruaje".
La sociedad de Honda y Repsol venía con la vena inflada, solo tenían un objetivo: Destronar al rey amarillo del imperio fundado en Tavullia. Nunca perdonaron la supuesta infidelidad de alistarse en el bando enemigo. Para ello, edificaron una estrategia inteligente ofreciendo abundante apoyo a los equipos satélites. Es decir, poner varias fichas en el verde paño de “La Rula”. Sencillo pero eficaz. El team Honda Gresini y su piloto Toni Elias fueron beneficiados recibiendo una moto casi a la par de las oficiales. Resultado, las satélite estuvieron realmente competitivas. El Kid de Kentucky comenzó rápido y furioso la temporada 2006 con 3 podios consecutivos. Luego, en el GP de Francia apenas un 5to. puesto producto de un fin de semana con fiebre. Recuperó el camino con 2 podios, el último en Catalunya, donde sumó mucho tras una caída masiva en la primera curva de Montmeló. Hayden llegaba como líder a la siguiente contienda con sede en la Catedral. Un Valentino diezmado y con dolores de muñeca consecuencia de una caída en los entrenos libres de Assen, no sería rival. Su primer caballero y compañero de equipo en Yamaha, el texano Colin Edwards, tendría la responsabilidad de dar batalla y fue así durante casi el 90% de la carrera. Pero en la arena de Assen, Hayden ganó por knockout, su compatriota se fue al piso en la última curva y el Kid ganaría una de sus apenas 2 victorias de ese año. En el ecuador del campeonato, Hayden había logrado tener una moto más competitiva aún que la de Dani Pedrosa pues las alquimias probadas en la moto del norteamericano caían mejor que los fierros oficiales proporcionados al español. Solo eran buenas sensaciones donde el nacido en Kentucky fruto de su regularidad asomaba como candidato al titulo por primera vez.
Vinieron cambios inesperados tras el receso de verano, si uno fuera mal pensado diría que sufrió un autoboicot, pero en los libros de historia surge que hubo cambios con destino de introducir mejoras por el HRC. La instalación de un novedoso sistema de embrague complicó todo y volvió a su moto ingobernable. De allí en más fue en caída libre y al tiempo que renacían las esperanzas de repetir un nuevo titulo que tanto ansiaba Valentino Rossi. Surgió a partir de allí un punto de inflexión Hayden se plantó y pidió volver al sistema de embrague original, en Australia obtuvo un epico 5to. puesto bajo el agua tras largar desde el fondo. De local, en Japón con otro quinto puesto se fue para Portugal con +12 por sobre Valentino.
Casi un sueño roto y un socio inesperado.
Faltaban apenas 2 escalones, solo dos fechas con un panorama sumamente alentador. Llego el GP de Estoril 2006, el que sería una de las batallas más legendarias de la historia. Rossi salió con el serrucho entre los dientes y Colin Edwards aguantando los trapos detrás. Pedrosa tercero y en el cuarto puesto, Hayden. Rossi se escapaba, Hayden superaba a Pedrosa para plantear oposición. En el siguiente giro, Pedrosa fue protagonista de una maniobra arriesgada y la más incomprendida de su carrera la que derivó en caída arrastrando a su propio compañero de equipo. El sueño de ese "Kid" de Kentucky casi se rompió. Estupor absoluto en el Paddock. Rossi llegaba a la vuelta 20 puntero y en estado de relajación. Sin embargo, un desconocido partener emergía de las profundidades para hacer la carrera perfecta jamás vista. Toni Elías con su Honda satélite vio a las oficiales por el piso y derrotadas. Acto seguido tomó la lanza y se fue de cacería. Recuerdo que Elías no había tenido una buena temporada y el sabía que estaba jugado con un pie afuera del Mundial. Era seguro que nadie iba a renovarle para el siguiente año y comprendió que solo tendría una única oportunidad, debía ponerse el estandarte Rojo e imprimir un ritmo frenético. Elías iba al limite con derrapes al estilo de supermoto, iba mucho más rápido de lo que podía dar. Llego la definición, en la ultima vuelta la honda roja del español alcanzaba a Rossi cruzando la meta por apenas 2 milésimas por sobre Valentino. Fue la carrera más emotiva de un piloto no oficial. Elías, jamás volvería a correr así pero ese triunfo le dio vida a Hayden y Honda lo recompensó al catalán con un cheque al portador que mencionaba su renovación. Valentino a pesar de la derrota sumaba +8 desde el segundo puesto del podio y ya empezaba relamerse con una nueva consagración.
Capitulo final
Llego Valencia. Valentino con la sensación de acariciar un nuevo palmares. Hayden en la peor situación, peleado con Pedrosa y aferrado a un hilo de su ilusión. Por si fuera poco, llegaba un invitado con ganas de hacer mucho ruido. El australiano Troy Bayliss con su Ducati aparcaba proveniente de Mundial de Superbike en tiempos de los 990cc. los pilotos de SBK podían ganar sin despeinarse en Motogp. Esta parte de la historia ya es conocida. Valentino iniciaba el fin de semana con la buena estrategia de dominar todas las sesiones y tratar de partir desde el primer cajón de la parrilla del domingo. Bayliss con una actuación destacada aspiraba contra dicho objetivo quedándose con el #1 en Clasificación. Llegó la jornada final. El semáforo se puso en verde pero Rossi ante el asombro de su pueblo rossista no protagonizó una buena largada. Con Bayliss primero, Hayden se acomodaba segundo. Una acción desesperada y a la vez infortunada de Rossi al tratar de recuperar posiciones le provocó lo que sería la peor de sus caídas y la más dura de sus derrotas. Hayden a partir de allí escribiría el capitulo mas importante del libro de su vida deportiva. Rápidamente, el juego de cartelería saltó a la cancha y el Kid pudo hacer una positiva lectura de lo sucedido dejando pasar a Capirossi, evitando riesgos y así cerrar un capitulo dorado, sumando desde el tercer lugar los puntos que necesitaba para cumplir su sueño de “Campeón”.
Foto: marca.com