Dakar
El trágico accidente del creador del Dakar
Un soñador, con empuje, que nada lo detenía en su misión de cristalizar aquello que anhelaba. El automovilismo convencional no colmaba sus expectativas, y salió a la búsqueda de un sueño tan utópico como añejo: dominar el desierto. Así, tan bohemio, el francés Thierry Sabine creó en 1979 una carrera increíble: la entonces París-Dakar.
Hoy se cumplen 33 años de la trágica muerte de Sabine, justamente durante el desarrollo de esta competencia, al ser víctima de un accidente aéreo con el helicóptero que seguía la competencia.
La historia de Sabine es muy particular, porque con apenas 36 años quedó como protagonista de un capítulo muy importante dentro de la historia del deporte motor a nivel mundial. Nacido cerca de París en 19489, se dedicó al motociclismo y al automovilismo. Corrió en diversas categorías y hasta participó en tres ediciones de Le Mans.
En diciembre de 1977, su vida cambió. Y no fue de la mano del éxito, todo lo contrario. Se anotó y largó con su moto en el Rally Niza-Abdijan, entre la Costa Azul y Costa de Marfil. Allí se perdió en el desierto de Teneré, en Niger. Muy cerca de la muerte, tras varios días sin ser encontrado y deshidratado, al recuperarse se quedó con la firme decisión de conquistar el desierto a través del deporte.
Al regresar a Francia, se empecinó en organizar una carrera exclusiva en el desierto. A mediados de 1978 comenzó la inscripción. Con un alto poder de convocatoria, reunió 80 autos, 90 motos y 12 camiones. Era la unión entre París y Dakar, en enero de 1979. Inmediatamente se transformó en un éxito rotundo. Y también reunió a pilotos destacados, con Jackie Ickx. Y personalidades fuera del deporte motor, como el Príncipe Alberto, de Mónaco, entre otras.
Sabine era protagonista en cada Dakar. Con el helicóptero recorría las zonas de competencia para auxiliar a los pilotos perdidos o accidentados, siempre con la mente puesta en su propia experiencia que estuvo tan cerca de la muerte. Es más, logró recuperar la moto con la que se había extraviado en 1977.
Pero justamente en pleno desierto perdió la vida. El 14 de enero de 1986, el helicóptero en el que se trasladaba chocó contra una duna en Mali. Sabine falleció junto con otras cuatro personas.
El hecho causó una conmoción mundial, ya que Sabine llegó a transformarse en un personaje legendario. A partir de entonces, su padre Gilbert tomó las riendas de la competencia, hasta que finalmente en 1993 la empresa francesa Amaury Sport Organisation (ASO) se hizo cargo, como lo hace en la actualidad.
La historia de un soñador que en poco tiempo cristalizó un sueño, tras una mala experiencia, y el destino hizo que en ese mismo sitio, el desierto, encontrara la muerte el mismo creador del Dakar.
