Opinión
El día que Angelini hizo el domingo más triste
No hay dudas que si hay un día y un momento triste, por lo menos para quien escribe, es el domingos por la tarde. Es melancólico acá, en la China, y cualquier parte del mundo. Aunque pocos lo creen, la depresión del domingo existe. Ni hablar si un recibe una triste noticia como la qué recibió ayer el mundo del automovilismo. La muerte de Juan Marcos Angelini. Fue un baldazo de agua helada. Nos dejó a todos sin palabras, dolidos, con bronca, con impotencia, porque más allá de que la vida te puede dar sorpresas uno se resiste a esperar este tipo de cosas.
Pensar que Angelini ya no estará entre nosotros es durísimo. Cruel. Quienes conocimos al Tati hace que dolor sea más profundo. Su sonrisa permanente será imborrable. Su amabilidad siempre será destacada.
El “Qué haces querido, me llamaste!!!” quedará grabado en lo más profundo de mi oído. Siempre que lo requería para hacerle una nota, y no me podía atender en ese momento, al rato me sonaba el teléfono y aparecía esa frase. Te pedía disculpas por no haberte atendido como si fuese una gran falta de respeto. Así era el. Atento, amable, simpático. En nuestro ambiente jamás lo vi enojado. Ni siquiera cuando su Dodge no funcionaba o el reglamento no acompañaba a su marca. “Ya vamos a estar mejor” te decía para descomprimir la situación.
Angelini disfrutó del automovilismo. Su pasión, heredada de su familia, lo convirtió en un integrante más de otra familia. La del Turismo Carretera. Debutó en el TC en el año 2008 con apenas 21 años. Siempre se identificó con Dodge. Su pasión no se cortaba en los autos de competición. Había otra que iba más allá y que disfrutaba de una manera increíble. Volar. Los aviones eran otra parte importante en su vida. Eran su adoración. Disfrutaba volar. La adrenalina era una constante.
Lamentablemente su vida se apagó inesperadamente cuando realizaba un entrenamiento acrobático. Ahora el cielo le abrirá las puertas porque no hay dudas que, por su forma de ser con la gente, se ganó un espacio en ese lugar que tantas veces lo vio volar.
La noticia dejó al desnudo, una vez más, qué el domingo, como día, es triste y Juan Marcos Angelini potenció esa tristeza. Q.E.P.D.