Fórmula 1
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El argentino que trabaja con los neumáticos de la Fórmula 1
La caravana de la Fórmula 1 ya comenzó su periplo 2020 y va camino a su tercera parada en Hungría, este próximo fin de semana. Dentro de ese mundo que es la “Máxima” viajan dos argentinos. Uno es Nicolás Bianco, mecánico del equipo Alpha Tauri, y el otro es Nicolás Piantoni, integrante del staff de ingenieros de Pirelli Motorsport.
Este marplatense se fue enamorando del automovilismo a medida que avanzaba en su carrera universitaria en el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), donde se topó con Federico Raffo. El hoy responsable técnico del Moriatis Competición es el director del área de Focalización Automotriz en la casa de altos estudios y antes de abrirle las puertas del deporte motor nacional, los encaminó a Piantoni y sus compañeros al podio de la competencia de la Fórmula SAE que se disputó en 2017 en Brasil.
La Fórmula Student, o SAE como se la conoce comúnmente, es un concurso de estudiantes universitarios que promueve la excelencia en ingeniería y que tiene como objetivo que los participantes diseñen, construyan, desarrollen y compitan con un monoplaza. La edición de aquel año se realizó en San Pablo y con el acompañamiento también de Carlos Caunedo, la delegación nacional hizo su debut en dicho evento con un segundo lugar entre más de 50 universidades intervinientes.
“De chico veía algunas carreras de F1 y el Turismo Carretera con mi familia, pero en mi casa no eran tan fanáticos. Lo más cercano lo atribuyo a mi abuelo de parte de mi mamá, quién miraba automovilismo. También tengo recuerdos de cuando íbamos a General Pirán a compartir asados con primos y de fondo estaban siempre las carreras del TC, los mejores recuerdos de chico que me marcaron en el inicio fueron con automovilismo de fondo. Ya más de grande en el colegio, primero estaba más interesado en el diseño de autos en general, pero a medida que arranqué a estudiar ingeniería y avanzaba con las materias más me atrapaba el diseño al límite de los autos de competición”, manifestó el ingeniero que el pasado lunes 13 cumplió 31 años.
Y agregó: “Al finalizar mi carrera de ingeniería mecánica en el ITBA tuve un breve paso por la industria automotriz. No estaba contento con lo que hacía y decidí dejar el trabajo para buscar empezar mi carrera en automovilismo deportivo. Arranqué gracias a Federico Raffo, quien me recomendó siempre que pudo y me ayudó un montón en el comienzo. También seguir involucrado en el proyecto Formula SAE del ITBA y llegar a competir en Brasil fue una motivación extra para seguir mi carrera dentro del deporte motor”.
De la mano de Raffo llegó al equipo de Omar “Gurí” Martínez, donde hizo sus primeras armas. Pero el 2017 lo encontró en el Azul Sport Team. En la escuadra que comandan Ramón Rodríguez y Fabián Cos permaneció hasta mediados de 2018 y colaboró con lo que fue el título de TC Mouras de Germán Todino. Sin embargo, el destino tenía marcado su futuro en Inglaterra y ahí estaría la llave para llegar a la Fórmula 1.
“Trabajé como ingeniero de pista para Azul Sport Team y también con Federico Raffo en desarrollos de dinámica vehicular. Luego de un tiempo en esto, tomé la decisión de hacer una maestría en competición en Cranfield University. No fue una decisión fácil, es difícil dejar todo e irte a otro continente, pero estaba muy convencido. Además, me abrió muchas posibilidades para conseguir contactos”, comentó.
La puerta de la fábrica italiana se abrió en octubre de 2019 y en diciembre puso un pie en su primer Gran Premio. “El nivel de competencia es bastante alto y no tener experiencia en Europa te juega en contra muchas veces. Pero tuve la suerte de tener varias entrevistas con Pirelli Motorsport y les convenció mi experiencia en Argentina y la formación que tuve. Arranqué como pasante, ayudando inicialmente en Fórmula 2 y Fórmula 3. Luego de participar en dos tests de desarrollo de F2 en los circuitos de Paul Ricard y Barcelona, me llevaron a la última carrera del año en Abu Dhabi. Allí estuve dando soporte a los equipos de F2 durante el evento y después nos quedamos trabajando en las pruebas de fin de año de F1 y F2”, relató.
Antes de que el COVID-19 pusiera todo patas para arriba, el 2020 para el profesional afincado en la ciudad británica de Reading comenzó con una noticia excelente, pero no excepta de responsabilidad: pasar a trabajar con los equipos de Fórmula 1. “En enero de este año surgió la oportunidad de cambiarme de puesto a F1, lo cual estoy muy agradecido a Pirelli por tener la confianza en mí. El trabajo es distinto al que hice inicialmente pero la base es la misma, dar soporte a los equipos en cuanto al análisis de los neumáticos usados por el equipo durante todas las sesiones. La evaluación que les proveemos lo usan como un input extra para diseñar su estrategia en la carrera y verificar como están funcionando los autos en términos de performance de los neumáticos”, puntualizó.
“La diferencia más notoria es que estás asignado a un equipo por toda la temporada y sos el único involucrado con ellos por temas de confidencialidad. Las escuderías trabajan de manera distinta pero nosotros damos el mismo nivel de soporte. Yo estoy asignado a Renault en este momento. Considero que todavía me estoy adaptando para dar lo mejor de mi a Pirelli y al equipo, soy bastante autoexigente y eso me lleva siempre a dar el máximo Mis compañeros de trabajo siempre me apoyan, especialmente cuando sos de los más nuevos en el grupo y yo considero que estoy aprendiendo mucho”, se explayó.
Aunque busca rendir como profesional que es, Piantoni reconoce que todavía le cuesta asimilar a donde llegó. “Sinceramente siento que estoy rodeado de gente muy capaz y todavía me cuesta entender dónde estoy. El primer momento donde tuve un instante de realidad y puede entender dónde estoy fue en los tests de Barcelona en febrero. Recuerdo estar en una reunión y Daniel Ricciardo se dirigió a mí dando humildemente su feedback de la performance de los neumáticos. Externamente estaba con cara de póker, pero internamente no podía creer lo que estaba pasando. La verdad que estoy muy contento y muy agradecido por estar acá, es algo que soñás desde chico”, aseguró.
La Fórmula 1 en pandemia, desde adentro
La Fórmula 1 arrancó su temporada el pasado 5 de julio en el circuito Red Bull Ring y lo hizo bajo un estricto protocolo sanitario, el cual se mantendrá en cada una de las diez competencias confirmadas hasta el momento.
“La verdad es que se tomaron muy en serio toda esta situación para priorizar la seguridad ante todo. También en Pirelli toda esta situación se toma como algo crítico para poder seguir trabajando. Noto como positivo todas las medidas que se toman como prevención, estamos sectorizados en distintos subgrupos con la idea de minimizar el contacto con otros y evitar contagios si llega a ocurrir en algún momento”, contó el argentino en referencia a cómo vivió las dos primeras fechas dentro de la nueva normalidad.
Además, añadió: “Nos hacen el hisopado cada cinco días para estar seguros que no haya contagiados, usamos constantemente barbijos y tenemos muchos controles diarios de temperatura y protocolos sobre qué hacer ante cada situación. Desde la organización de las carreras se lo tomaron como tiene que ser y son bastantes estrictos con todos. Lo que veo negativo es, por un lado, estar con un equipo nuevo y con menor contacto en persona por ahí se hace un poco difícil al principio. También la vía de comunicación cambió y todo necesita su tiempo de adaptación”.
Las nuevas reglas del juego también modificaron la forma de trabajar de los ingenieros. “Normalmente estábamos dentro del box con las escuderías y trabajábamos a la par con ellos. Las medidas ahora cambiaron nuestra ubicación para evitar el contacto y se alteró bastante la dinámica del trabajo. La mayoría de nosotros tenemos ahora medios de comunicación digitales para tener una forma extra de contacto con el equipo durante las sesiones y todas las reuniones pasaron a videoconferencias”, narró.
Por último, Piantoni destacó que la “burbuja” sanitaria generada por la Fórmula 1 le dio la confianza necesaria para que no aparezca el temor a un posible contagio de Coronavirus. “Personalmente no tuve miedo a contagiarme. Siento que el nivel de control que hay es bastante estricto y se está ejecutando de la mejor manera posible para que las carreras puedan seguir adelante. Y por otro lado, la gente respeta bastante y sabe que cuidándose también les permite seguir trabajando, que no es algo menor con toda esta situación que se está viviendo”, concluyó.