Dakar
DÍA 8: Y UN DÍA EL DAKAR SE INUNDÓ
LA PAZ.- La fría jornada se desarrollaba en Oruro con la certeza de la reducción de la etapa. La lluvia acompañó el traslado desde Tupiza y era más que evidente que no se podía completar el espacial estipulado. En ambos campamentos, la desolación alrededor del bivouac era compartida. Se dispusieron ambos sitios en el “medio de la nada” porque había que trasladar camiones cisterna con 50.000 litros de agua para el consumo en cada campamento, debido a la crisis que azota a la región.
Vaya paradoja. La falta de agua modificó la disposición de los campamentos (estaban previstos originalmente en regimientos militares) y la lluvia, tan esperada por los lugareños, modificaba nuevamente la planificación de los franceses.
Al principio fue llamativo: negros nubarrones asomaban detrás del campamento, invitando a todos a tomar las fotografías pertinentes (foto: @Dakar). Pero esa amenaza se transformó en diluvio. Hasta granizo. Pero el aguacero fue incesante. Desde el mediodía azotó al lugar. Y una tierra gris que no absorbía perjudicó la acción de las asistencias.
No hay nada peor para el Dakar que la lluvia. Todo está preparado para el calor, la tierra, la arena, hasta el viento. Pero el agua complica de verdad. No sólo porque el trabajo de los mecánicos se desarrolla en el medio del “chiquero”. La ubicación de los camiones y del transporte pesado se limita, hasta que finalmente no tiene por dónde pasar.
Y así sucedió. La reunión de prensa fue eco de estos problemas. Mientras desde la organización se insistía con recortar la 6ª etapa, muchos abogaban por la cancelación, que finalmente ocurrió.
A todo esto los enviados de los medios de comunicación estábamos refugiados en la carpa de prensa. Que a medida que transcurría la tarde comenzaba a flaquear con las goteras. Allí dentro estábamos con nuestras pertenencias, mientras escribíamos, editábamos y salíamos al aire.