Fórmula 1
Auspiciado por
Cumpleaños de Niki Lauda
Se cumplen 40 años de uno de los accidentes más impactantes de la historia de la Fórmula 1.
El 1° de agosto de 1976, en el viejo circuito de Nurburgring Niki Lauda era envuelto por las llamas dentro de su Ferrari.
Estuvo en coma, le dieron la extremaunción en el hospital pero milagrosamente volvió a correr seis semanas después.
Lauda había sido campeón en 1975 y se encaminaba con facilidad a repetir el título un año después. Hasta que llegó la fatídica carrera en Alemania. El austríaco había pedido una reunión antes de la competencia porque consideraba que el circuito era muy peligroso.
Pero los demás pilotos no aceptaron la sugerencia de no correr y entonces el Gran Premio se disputó igual.
Solo habían transcurrido dos vueltas de la carrera, pero el asfalto aún estaba mojado por la lluvia que había caído durante la mañana. Lauda perdió el control de su auto, estrellándose contra el guardarrail y saliendo disparado de nuevo hacia la pista cubierto totalmente por el fuego.
Arturo Merzario, Guy Edwards, Brett Lunger y Harald Ertl, ayudaron al austríaco a escapar de la Ferrari en unos momentos de terrible angustia..
Sufrió quemaduras de primer y tercer grado en rostro, la cabeza y manos , también inhaló los gases del combustible, dañándole los pulmones. Parecía difícil que su organismo pudiera resistir, pero lo hizo y cuarenta días más tarde en Monza corrió nuevamente con la Ferrari, terminó cuarto y con los vendajes sobre su cabeza totalmente ensangrentados.
Merzario, piloto que ayudó a sacarle del auto comentó: "Estaba casi muerto y había pasado más de un minuto. Pero se hizo eterno "
El tres veces campeón del mundo, en una reciente entrevista al diario Frankfurter Allgemeine Zeitung confesó: "Para mí el 1 de agosto es un día como otro cualquiera. No me pongo delante del espejo y digo: '¡Hurra, hurra, hurra, estoy vivo!".
"Seis meses después volví a conducir al mismo nivel o incluso mejor todavía. Y eso sólo es posible si uno supera un problema al cien por ciento. El hecho de recuperarme rápido formaba parte de mi estrategia. No podía estar sentado en casa pensando en ello, por qué pasó y por qué a mí", afirmó el austriaco.