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China apura la llegada de los autos eléctricos
Representa el mercado más grande del mundo en el rubro automotor. Seguramente como en otros ámbitos, la preponderancia por los volúmenes que se comercializan en el gigante asiático, impone condiciones para el resto del mundo. Y en este sentido, en las últimas horas surgió una noticia que no hará más que acelerar un proceso que ya se desarrolla cada vez con más intensidad: el adiós a los vehículos con motor a combustión, ya sea a nafta o diesel.
"Algunos países diseñaron una agenda que determina cuándo detendrán la producción y las ventas de los tradicionales autos a combustible, dijo el viceministro de la industria Xin Guobin en un artículo publicado por Xinhua, la agencia de noticias oficial de China. "Asimismo, el ministerio inició investigaciones y formulará un cronograma. Sin duda alguna, esas medidas provocarán cambios profundos en el desarrollo de nuestra industria automotriz", agregó.
Tal como ya pasó con otros países, como Francia y Reino Unido, que estiraron la medida a 2040, China se quiere sumar a la nueva tendencia de poner límite a la producción de los autos impulsados por motores convencionales. En este caso, si China impone una fecha determinada para tal fin, ejecutará un efecto dominó en otros mercados que dependen exclusivamente del gigante asiático.
El 30 por ciento de los vehículos fabricados en 2016, tienen origen chino. Allí se produjeron unos 28 millones de automóviles y utilitarios, de acuerdo al informe anual de la Organización Internacional de Constructores de Automóviles, que estipuló una producción mundial de 98 millones.
Pekín está encaminado a solucionar uno de los grandes problemas que aqueja a la gran ciudad china: la contaminación ambiental y el cambio climático. Pero además lo impulsa una necesidad económica. La importación de petróleo. Es por ello que ya desde hace un tiempo, el gobierno chino estimula la instalación de industria de vehículos impulsados con energías renovables.
Este cambio de paradigma también permitirá a China consolidarse en el sector automotor con empresas que no sean dependientes de las grandes marcas mundiales, que si bien están instaladas en ese país, no son exclusivamente chinas.
Por el momento, China produjo más de medio millón de vehículos eléctricos, aunque allí entran modelos muy pequeños, que ni siquiera entran en la categoría de automóviles. Pero es la tendencia de una nueva industria que avanza. Sn embargo, no son todas buenas noticias para el segmento, ya que el margen de ganancias de los vehículos eléctricos es inferior al que arroja la producción de automóviles con motores convencionales.