Fue una gran etapa de Luciano Benavides. Terminó en el 5° puesto de la 6ª etapa del Dakar 2020, en Arabia Saudita. Pese a la gran actuación del piloto de KTM, su expresión marcaba otro sentimiento. El dolor por su hermano, Kevin, que rompió su moto a 44 kilómetros del final de la etapa y ese inconveniente lo margina del sueño de luchar por la victoria en la carrera más extrema del mundo.
Llegado al campamento de Riad, en la capital árabe, Luciano habló con Carburando sobre la magra experiencia de haber acompañado a Kevin en el momento de la rotura de la Honda. “Sentí olor a aceite quedado. Vi que Kevin se tiró al costado de la pista. Supuse que se le había roto algo del motor o del embrague. Cuando me frené, Kevin apagó la moto y cuando la volvió a prender, salía humo blanco por todos lados por el motor. Estaba claro que estaba roto y no se podía hacer nada”, comentó Luciano.