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AUTOS ERAN LOS DE ANTES
El automovil esta sufriendo una transformación acelerada e impensada.
Por estos tiempos las terminales en el mundo están cambiando las tradiciones y en muchos casos la manera de manejarse dentro de un auto.
El automóvil lleva años sufriendo una transformación silenciosa que, de una forma lenta pero imparable, está modificando el vehículo como lo conocíamos.
Muchos elementos de siempre como ruedas de auxilio, antenas, freno de mano, iencendedores, reproductores de CD están desapareciendo.
Todos los cambios, desarrollos y evoluciones que una marca hace no se realizan con el fin de facilitar las cosas a su propietario, muy por el contrario, solo se piensa en abaratar costos.
Por ejemplo muchos autos, sobre todo de alta gama, ya no llevan rueda de auxilio.
La mayoría de las marcas ya no la incluyen en el equipamiento. Al principio se fue sustituyendo por una rueda más pequeña, que obliga a ir a una velocidad limitada y durante un reducido número de kilómetros, pero permite continuar la marcha.
Sin embargo, casi todos los fabricantes optan ahora por un kit de reparación, en la mayoría de los casos claramente insuficiente para solucionar un pinchazo, o la cubierta rumflat que con una banda de caucho duro sobre su llanta permite ir hasta una gomería o estación de servicio unicamente.
Las razones de este cambio hay que achacarlas a un ahorro importante de dinero para la marca y a una reducción clara de peso. Como ventaja, se gana espacio en el baúl.
Con la música también empiezan los problemas para los conductores nostálgicos o conservadores.
El lector de CD ya se ha despedido de la mayoría de los autos modernos, que, como alternativa, ofrecen una o varias entradas de USB.
Los sistemas electrónico no hacen más que incluir en la pantalla todas las aplicaciones del bendito celular
Los paneles de puerta de los años ochenta y noventa se llenaron de botones, pero ahora quedan para el recuerdo.
Los fabricantes prefieren concentrar en una pantalla táctil las funciones que normalmente se controlaban con mandos o interruptores.
Los interiores de los autos quedan así menos recargados, pero el manejo de las pantallas no siempre resulta intuitivo y mucho menos fácil.
Los llaveros bonitos con el logo de la marca pasarán al recuerdo o quedarán colgados de una pared.
Cada vez son más las terminales que incorporan un botón de arranque que detecta la llave y permiten arrancar con solo presionarlo, eliminando cualquier rastro de cerradura.
Cuando el sistema es más completo, no hace falta sacar la llave o tarjeta ni para abrirlo. Un sistema muy cómodo que siempre se agradece, además de que evita perder las llaves. Claro que no siempre funciona a la perfección, sobre todo en una zona en la que abunden los inhibidores de frecuencia y se roban lo que hay dentro del abitáculo.
Los avances en electrónica también están haciendo desaparecer las antenas tradicionales que captan las señales de radio. Estas son cada vez más pequeñas y muchas veces van camufladas en la luna delantera. Si a veces vemos la típica antena de aleta de tiburón en la parte trasera del techo, esta forma parte del equipo de navegación y aloja la antena del GPS.
Para los fumadores empedernidos el auto ya los esta complicando. El clásico encendedor ya no aparece en los nuevos autos, reemplazado desde hace tiempo por las tomas de corriente necesarias para abastecer a todos y cada uno de los aparatos electrónicos que transportan los pasajeros.
Y para los pisteros la cosa se va complicando paulatinamente.
Lo que por los años 70, 80, 90 y hasta diría el 2000 era mala palabra y vender un auto con caja automática se transformaba en una utopía, hoy la cosa se dio vuelta.
Cada vez más modelos ofrecen entre sus opciones la posibilidad de una caja de cambios automática, y muchas versiones la equipan de serie y de manera exclusiva. Son rápidos, eficaces, reducen el consumo y resultan muy fiables. Hay pocos argumentos para pensar que el cambio manual vaya a sobrevivir por mucho tiempo.
Sin dudas la caja automática se ha puesto de moda.
Por eso amigos los nostalgicos incurables estamos en problemas. La tecnología avanza y las reducciones de costos también, aunque sigamos extrañando la caja del Renault 4, la palanca de cambios al volante del Falcon, la caja ZF del Torino o la Corvette del Chevy.