Opinión
Agustín Canapino, un guerrero nato
No hay dudas que Agustín Canapino está transitando por su mejor momento en su carrera deportiva. El piloto de Arrecifes sigue el camino de los grandes y con su estilo de manejo, su sed de victoria permanente, y sus resultados, se ubica en una vitrina de preferencia.
Agustín es el perfecto talentoso. Compenetrado con los autos de carreras no quiere perder nunca y su meta es estar siempre en el bolillero del protagonismo. Perder lo pone mal por un instante, pero automáticamente le generan una fuerza interior que sale a comerse todo en el próximo compromiso.
El piloto de Chevrolet le está dando a la marca los mejores laureles. Su excelente relación con el equipo Pro Racing y con Carlos Zarlenga, Presidente de GM Mercosur, le permite tener un plus de tranquilidad para desenvolverse y manejarse como pez en el agua. Ellos saben que con el Titán siempre están a nada de festejar. Hasta acá, y una vez más, lo vienen logrando.
Su estilo aguerrido lo están ubicando entre aquellos pilotos que dejaron una marca. A él no le gusta compararse con nadie, pero la realidad lo lleva inexorablemente un posicionamiento privilegiado.
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Canapino es hoy candidato en las tres categorías en la que participa. Es el nuevo líder del campeonato de Súper TC 2000, es puntero en el torneo de Top Race y sus colegas lo ponen como uno de los serios aspirantes a ganar el torneo de Turismo Carretera.
El arrecifeño, días atrás, tuvo la oportunidad de medirse con las grandes figuras del Stock Car brasileño y no desentonó. Con un auto que no fue lo competitivo que se esperaba se las ingenió para arribar sin problemas y con el auto sano.
Agustín es uno de los pilotos top de la argentina. Su crecimiento no solo se ve en la pista sino también fuera de ella. Por ejemplo entendió muy bien la rivalidad con Matías Rossi, el otro referente máximo. Entre ellos no se simpatizan pero se quieren enfrentar carrera tras carrera y se quieren ganar.
El automovilismo actual, qué en más de una oportunidad carece de espectáculo, por suerte tiene a un Agustín Canapino que siempre sale en búsqueda de lo que la gente quiere ver, qué un piloto pase a otro.
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